Todos los textos que se muestran en este blog son originales, y creados por Daniel Montes, administrador y creador del blog. Si ves cualquiera de estos relatos o textos en otra página que no sea esta, NO pertenecen a esa persona, y significa que han sido copiados.
Si te enteras de que alguien está usando los textos de este blog como si fueran de su propiedad, te ruego que me lo notifiques para tomar las medidas oportunas. ¡Gracias!

jueves, 31 de marzo de 2011

Nadie, ni siquiera alguien.

Una tarde de verano, alguien hizo algo. No puedo decir qué porque sería causar mucha polémica, pero ese algo llegó a oídos de alguien, y el otro alguien se asustó demasiado porque el alguien anterior hacía cosas que no se pueden decir por si causan mucha polémica.


Tal fue así, que yendo por una calle de una ciudad que no se puede decir por si los exmilitares albanocosobares o los conspiradores musulmanes de la Yihad, descubren mi dirección IP, y me bombardean la casa, o algo peor, paseaba el primer alguien, sin saber que lo que hizo lo sabía el otro alguien (llámemosle alguien B). En cierto modo, alguien B, sabía que alguien trataría de ocultarse en algún sitio, pero ese sitio era desconocido por alguien B, y paradójicamente, más también por alguien. ...


...Alguien pensó algo, eso está claro, pero el sitio donde alguien se escondería de alguien B no sería, ni mucho menos, ese sitio que alguien piensa. Porque lo que hizo alguien no es ni comparable a lo que alguien B, C, o X, pudo llegar a hacer.


Después de largo tiempo entre escondrijos en algún sitio pensado por alguien, alguien B pensó en lo que alguien pensó el día que hizo algo en una ciudad (o no), cuyo nombre desconocemos, ya que nadie nos los dice (nadie o alguien, no vaya a ser que me encarcelen).


El caso es que alguien parecía nadie de lo poco que hizo, y nadie parecía alguien B de lo muchísimo que había pensado en lo que alguien hizo, pero que en realidad no hizo nadie, osea, alguien.
Vamos, que después de la confusión (o no), alguien B no se dignó ni a disculparse ante nadie, ni ante alguien. Así que alguien debió de hacer algo para que nadie se disculpara, pero nadie se disculpó, así que problema resuelto.




La cuestión es que así tendremos que escribir en un futuro para que no haya peleas, reproches, polémicas, ni problemas de índole similar, manda narices.

domingo, 27 de marzo de 2011

La Rosa de los Vientos.

¿Eres un Ángel? ¿Traes tú la brújula celeste desde más allá de donde acaban las Estrellas?


Mi rosa de los vientos. Has llegado hasta donde los barcos perecen sin ningún motivo. Hasta donde Dios en persona decidió olvidarse. Hasta donde, cuando cae la noche, es un punto tan negro que hasta la propia oscuridad le tiene miedo.

¿Has llegado hasta el fin del mundo por mí, por robar la gran brújula celeste? Has luchado contra el mismísimo Dios para robar la gran guía espiritual, para robar la guía, la Rosa de los Vientos.
La has robado para mí, y para nosotros, para compartir todos los puntos cardinales, que no corra ni el aire entre nosotros. Que todo esté aquí. Que ya no recordemos ni las dimensiones y sentirnos siempre cerca aún en la distancia. Profundidad, anchura y altitud ya no existen. De hecho tampoco existe la cuarta dimensión temporal, todo aquí, sin espacios ni dimensiones. Para mí, para nosotros, contra Dios y contra su creación. Dos contra el mundo.

Tu Rosa de los vientos. La rosa que robaste para que me hiciera de guía, y que ahora me acompañará hasta más allá de donde tú llegaste para conseguirla. Mi vida, esa vida que se va.



Pero si mi vida se va, quiero ir con ella. Con ella hasta el fin del mundo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Espantapájaros

Clavado en el suelo como un espantapájaros. Uno de esos espantapájaros siniestros, con los pies formados por dos simples palos en forma de L atados con una soga. Cuya única vestimenta es un peto viejo y destartalado que permite ver el interior del humanoide. Todo relleno de paja y hollín. La camiseta conformada por una sucesión de cuadros rojos y negros, completamente abierta, deja ver el interior del cuerpo, formado por almohadas viejas y paja. Como crucificado, descansa clavado en la tierra.

Entre las mangas de la camiseta se observa el heno que sobresale de la figura, y los dos palos que forman las muñecas, con un par de guantes blancos atados a sus extremos para simular las manos. Inertes, muertas, vacías, sin movimiento. Sólo el viento mece la siniestra marioneta clavada en la tierra, pues las nubes comienzan a desahogar sus penas, y su llanto se descarga sobre el mundo.

Sobre la cabeza, conformada por un remiendo de diferentes telas, y un par de ojos, nariz y boca, a su vez trazadas a mano con un marcador, se apoya un sombrero de paja de color amarillo desgastado, con remiendos en la corona vertical de unos 30 centímetros que sobresalía por encima de la base.

- ¿Qué haces aquí clavado?
- No lo sé, no tengo motivos para no estar aquí.
- ¿Cómo has llegado hasta aquí?
- Siempre he estado aquí. Tenía ilusiones, pero símplemente se fueron, así que volví a la tierra, de donde jamás debí haberme ido.

Su voz suena como una sierra metálica que se topa con un clavo serrando una viga.

Un espantapájaros descansa clavado en la tierra, y la lluvia azota ya con furia la totalidad de su esperpéntica forma. Un espantapájaros sin ilusiones, cuya única función es esperar clavado en la tierra hasta que algún ser venga a deshacerse de él. ¿Y sus ilusiones? ¿Dónde está aquello que anheló conseguir un día, y por qué volvió a su condena voluntariamente?
¿Quién merece perder sus ilusiones para quedar clavado como un espantapájaros en la tierra, sin nada a lo que aspirar?

El espantapájaros levanta la cabeza, y observa la violencia de la tempestad. Sus ojos tristes y mojados, hinchados del llanto desesperado del tedio infernal de preguntarse una y otra vez el por qué de su creación, detallan el paisaje.

El Arco Iris se dibuja flamante en el cielo varias horas después.

- Dime, ¿Qué mano insensible te clavó en la tierra segando tu vida?

El espantapájaros ya está vacío. Relleno de heno y hollín, pero vacío. Nada, absolutamente nada le entristece más que saber que un día, tuvo una ilusión para escapar de su cárcel de tierra, y que aún hoy por hoy descansa en algún recoveco escondido entre las sombras de su cuerpo inerte.

(ATENCIÓN: Inspirado en la película "Trapito", de Manuel García Ferré, del año 1975. La idea del texto está inspirada en esa película, pero el relato es completamente mío)

sábado, 19 de marzo de 2011

Él es.

Él me vio nacer.  Él me dio la posibilidad de ser quien soy, y gracias a él estoy aquí, escribiendo estas líneas para agradecerle todo lo que me ha dado.
Él fue quien, en tiempos de crisis emocionales, jamás me negó un abrazo, y estuvo conmigo hasta el final, sin importar nada de lo demás, sólo el amor padre-hijo.
Él fue quien me secó las lágrimas, me dio agua en las muñecas para relajarme, y me llevó a dar un paseo por un solitario parque para tranquilizarme.
Él fue el que, cuando no podía más, hizo que todo volviera a tener sentido, y que viera la vida de otro modo.
Él fue el que, cuando llegaba del colegio llorando, me recogía en sus brazos, y me convencía de que yo era mejor que todos ellos juntos, que no me pasaría nada.
Él fue quien me puso la lucecita en la habitación cuando era niño porque tenía miedo a la oscuridad.
Él ha sido el que ha intentado por todos los medios que no decaiga en mi camino y trate de conseguir siempre todo lo que me proponga.
Él me ha enseñado cómo es la vida, los problemas y las alegrías, las filias y las fobias, los miedos y las risas. Él me ha enseñado todo.
Él fue el que me llevó a pescar por primera vez.
Él me enseñó a montar en bici.
Él se queda en la puerta con la oreja pegada escuchándome tocar la guitarra.
Él es el primero que se siente orgulloso de mí, pase lo que pase.
Él me ha proporcionado durante tantos años, comida, ropa, cobijo, protección, sabiduría, y sobre todo amor.


Es por eso este texto, hoy día 19 de Marzo, para enseñarle al mundo las lágrimas de alegría que plasmo en estas letras al pensar qué sería de mí sin él. Que detrás de cada pequeña discusión había siempre todo el amor que faltaban en las malas palabras, y que, de no ser por él, seguramente yo estaría muerto, o algo peor. Él es mi ilusión, mi existencia, mi origen, mi fuente de sabiduría y de conocimientos. Él es el que siempre estará ahí, pase lo que pase. Bien tiemble el mundo, guerras, enfermedades, injusticias, catástrofes naturales, él siempre estará conmigo, y jamás me negará su amor como padre, ni sus abrazos y consejos como amigo.


Gracias papá. Gracias por darme la vida, y por darme un motivo para vivirla. Te quiero.

jueves, 17 de marzo de 2011

Tiempos difíciles.

En Libia se matan entre hermanos luchando por la libertad de un pueblo coartada por un loco. Las balas son los nuevos amigos de los cadáveres que descansan en el suelo de las calles de Trípoli. En Kenia, el Congo, en el Subsáhara y en decenas de países africanos hay guerras civiles. Niños soldado que matan a otros sólo porque alguien se lo pide. Ni siquiera matan por su supervivencia.

En Ucrania las cárceles son absolutos campos de concentración. Maltratos, torturas, vejaciones y palizas son el pan nuestro de cada día. Tanto en Ucrania como en Rusia, Tailandia, o Cuba.
En Rumanía hay más civiles registrados con antecedentes penales, que civiles sin antecedentes.
En Corea del Norte sufren la dictadura militar más dura sobre la faz de la Tierra. Todos al servicio del Líder. Sin música, sin Internet, sin televisión, sin periódicos, sin libros, sin cultura, sin arte, sin nada.

En Irak, una invasión secular de tropas americanas asesinan nativos excusándose en la búsqueda de armas de destrucción masiva. Y en la franja de Gaza los judíos asesinan de forma cruel y senguinaria a todos los palestinos con armas de fuego, cuando ellos tan sólo tienen sus propias manos.

El Norte de África se plaga de manifestaciones y protestas. Luchan con palos y piedras contra una dictadura armada, aún en clara desigualdad de condiciones.
Hoy en día, en el siglo XXI, las mujeres deben seguir llevando burkas, o al menos, cubrirse la cara cuando salen solas a la calle... Eso cuando les permiten salir a la calle.

El mundo explota en una crisis económica mundial: Paro, corrupción, cierre de empresas y negocios. Gente pasa hambre en países desarrollados. En Italia el primer ministro es acusado de delitos sexuales, en Venezuela de fascismo y opresión, en España de mentiras. Cada vez los ricos tienen más y los pobres tienen menos.



Y la gente todavía sigue diciendo que es imposible que se desate una III Guerra Mundial. ¿En serio nadie se da cuenta de que YA ha estallado?

martes, 15 de marzo de 2011

Malas compañías.

Me miró.... o bueno, quizá no, pero sentí como si me estuviera mirando, y me dijo:
- ¿Cómo lo aguantas?
No osé moverme. Continuaba tumbado en la hierba, con los dedos entrelazados detrás de la cabeza, disfrutando de las masas polimorfas que se formaban en el cielo.
- ¿Cómo aguanto el qué? - Dije sin moverme un milímetro.
- Ya sabes - dudó antes de acabar la frase - a mí.

Me resultó curiosa esa pregunta, puesto que había estado con ella toda la vida. Es posible que a veces haya dado de lado su compañía por diversos grupos de amigos, de esos que te ofrecen felicidad con falsas promesas y en realidad son lo que todos. Lo cierto es que ella había sido la única presencia que, a ciencia cierta, jamás me había fallado. Siempre, siempre, y absolutamente siempre había estado conmigo, y ese es un mérito que no se le puede negar.

Me incorporé y entrecrucé las piernas sentándome en la hierba. Mis manos comenzaron a cercenar pequeñas briznas de aquella aterciopelada materia verde perlada por el rocío ante mi atenta mirada.

- Supongo que me he acostumbrado a tu presencia. - dije sin dejar de mirar el césped - Y la verdad, cada día me resulta menos desagradable.

No tenía ojos, pero volví a sentir como si me estuviera mirando. Si tuviera que imaginarme sus ojos, me los imaginaría tan negros que no sería posible apenas diferenciar la pupila del iris, y sin duda,  penetrantes como dardos.

- ¿Y tu familia? ¿No crees que deberías abandonarme por ellos?
- Mi familia no cuenta para estos temas. Les amo y me aman. Ellos no pueden aportarme una vida social tan plena como lo pudiera hacer gente que no pertenece a mi familia. Y además ¿A tí quién te ha dado vela en este entierro? Tú eres mía, estás conmigo, y eso no va a cambiar jamás.
- ¿Y eso por.... - Ahogué sus palabras con la continuidad de mi argumento.
- Porque a mí se me antoja que así sea. - Le miré de reojo. - ¿Por qué te molestas en desaparecer? ¿No comprendes, acaso, que soy feliz contigo?
Sus ojos imaginarios se entristecieron, y se volvieron taciturnos. No comprendía cómo era posible que pudieran llegar a llorar. Jamás le había visto así, siempre me había acompañado a todos lados, y sólo en contadas ocasiones le había dejado de lado. Continuó hablando:
- ¿No comprendes que me hace daño estar con gente como tú?
Seguí mirando la hierba, arrancando cada vez con más furia los dientes verduzcos de la madre tierra. Sus palabras comenzaban a afectarme, pero a la vez me daban igual. Ella sería mía por siempre, ocurriera lo que ocurriera. O al menos esa era mi idea. Había probado a estar sin su presencia, pero me resultaba imposible. Cada vez que le abandonaba, la gente me hacía daño, y tenía que volver desesperado a sus brazos para que me consolara. Ella era la única que me entendía, y el modo de vida que había escogido era estar a su lado para siempre, le gustara o no.
El llanto se intensificó aún más, y continuó torturándome los oídos mientras me levantaba y estiraba las extremidades. Procuraba hacer caso omiso de sus palabras, y mientras hablaba y lloraba, intenté respirar lo más ondo que pude. Recogí una multitud ingente de aromas que se extendían por todo el parque, mientras ella lloraba.
Me puse de camino a casa.
- Me hace daño ver a la gente sufrir por mi culpa, ¿No lo entiendes?
- ¿Y no has pensado tal vez, que a mí no me haga daño estar contigo? - Me atreví a decir finalmente. No había dejado de andar aún así. Ya estaba llegando a casa.
- A todo el mundo le hace sufrir estar conmigo. Nadie es capaz de acostumbrarse a mí. ¡Nadie!
Comenzó a enfurecerse. Sus ojos negros se volvieron de un color anaranjado grisáceo que inspiraba verdadero terror. Rápidamente saqué las llaves de casa y entré lo más rápido que pude. Me tranquilizó escuchar la voz de mi padre proveniente del salón.
La soledad se había evaporado nada más entrar por la puerta. Pero estaba seguro de que me seguiría esperando encuanto pusiera de nuevo un pie en la calle. Siempre lo hace.


"Desde la estación verás pasar los trenes, pero desde los trenes verás alejarse las estaciones. Ahora tú decides si embarcas, o te quedas en tierra."

jueves, 10 de marzo de 2011

La moda Anónima

"Luchamos por el pueblo. Somos los vengadores de la represión, pues no es el pueblo el que debería temer al gobierno, sino el gobierno el que debe temer al pueblo, somos una legión de personas dispuestas a todo, por nosotros mismos. Luchamos sin descanso para que unos pocos que se enfrentan a muchos consigan lo inimaginable para crear de este un mundo mejor. Somos la clave para la victoria, pues si no nos movilizamos nosotros, no lo hará nadie. 
A veces tenemos miedo, y te comprendemos, pero si te unes a nosotros, sabrás que entre todos podemos lograr un estado de derecho, democrático, sin leyes abusivas, sin corrupción, sin maltrato. Juntos lo lograremos. Somos anónimos, somos legion. No perdonamos, y nunca olvidamos. Esperadnos...  Por cierto, me llamo Pedro Garcia Martinez (nombre inventado, no intentéis buscarlo), agrégame al Tuenti y al Facebook y hacemos un grupo de anónimos, ¿Vale?

Pero a dónde vamos a llegar.... No es una pregunta, es una afirmacion, porque sé a dónde vamos a llegar.
Este un mensaje para aquellas personas de entre 14 y 18 años que se creen los salvadores del pueblo (En un estado de derecho y libre como es España, porque por mucho que digan, lo es) sólo por ponerse una máscara y salir a la calle con un par de parncartas a dar el cante. Después les preguntas qué significa esa máscara y por qué la llevan o incluso por qué precísamente esa máscara y no otra, y no saben que contestarte.
De hecho recuerdo el caso personal, en el cual, un chico con su nombre y apellidos reales, me invitó a unirme a una página llamada "Anonymous La RIoja". En la descripción de la página ponía algo parecido a:
 "Estamos hartos de que la represión del gobierno nos esclavice. Salgamos todos a la calle para luchar por nuestros derechos. Usemos máscaras para que no se conozca nuestra identidad y dejémosle claro al gobierno quién manda. 
Somos nonymous!!
Somos legion!!
no olvidamos no perdonamos esperadnos!"

Todos los que me conocen, tanto por el blog, como en lo personal, sabrán que si hay una cosa que no tolero, son los listillos, y como es obvio, contesté a esta página con un argumento que, en mi opinión, deja bastante claro que estoy en contra de los niñatos que se creen "V". Mis argumentos iban reflejados a que eso no es Anonymous (más adelante explicaré lo que es Anonymous y su cometido) y que pensaran un poco en lo que estaban haciéndo, que esa no era la vía para pertenecer a un grupo tan ambiguo como Anon.
Sus únicas respuestas fueron insultos y descalificaciones. No paraban de decirme que yo no era un Anonymous de verdad, y que ellos íban a salir a la calle a luchar (la página tenía 23 personas) y a defender la abloción de la esclavitud (La misma cara puse yo) que este gobierno nos impone. También añadieron unos cuantos improperios referentes a mi modus vivendi, así como a miembros de mi familia, lo cual lo veo del todo irrespetuoso, y es aquí donde comienza mi crítica, en la que pondré todos los argumentos que ellos me dieron para defender su causa, y los iré desmontando uno a uno.

Antes de nada:
Anonymous no es ni un grupo, ni una organización, ni un grupo de personas, ni nada parecido. Anonymous es un movimiento social, única y exclusivamente un movimiento social, eso para empezar.
Les pregunté si sabían lo que la máscara representaba, a lo que me contestaron que sí, que era una representación de Guy Fawkes.
Hasta aquí todo correcto. Lo gracioso viene cuando les pregunto que qué significado tiene la máscara como tal. La respuesta fue que es para que no se reconozca la identidad de la persona, porque entonces, la policía, al ver que estás luchando para que ellos no impongan sus leyes, te pueden detener, así que es mejor llevar la cara tapada.

Bueno, punto número uno: La máscara de Guy Fawkes se lleva por un simple homenaje al cómic "V de Vendetta", por nada más. Se puso de moda por los activistas de entonces (2003) y la "tradición" de conservarla para las protestas ha continuado y ha perdurado hasta entonces. Lo que quiere decir que la máscara de Guy Fawkes no tiene representación alguna como contexto histórico, sino que símplemente es un símbolo que se ha forjado con la popularización de la máscara en cuestión. Nada más.
Punto número dos: España es un país libre y democrático (digan lo que digan, todo el mundo sabe que eso es así) con lo cual.. ¿Luchar contra la esclavitud? ¿Luchar contra la represión? Esta gente debería ir a Corea del Norte, Libia, Irán, o alguno de estos países donde nadie puede mover un dedo sin que 5 funcionarios a las órdenes del general te pregunten qué estás haciendo.

Ahora todos los chavales quieren ser Anonymous, porque está de moda. Pero en realidad no quieren ser Anonymous, por que para eso hay que luchar de verdad, unirte a las masas para provocar estruendos sociales, independientemente de la máscara que quieras ponerte. Ellos lo que quieren es que se les reconozca su mérito como Anonymous. Lo que quieren es llegar a la fama por pertenecer a Anonymous.
Anonymous utiliza máscaras porque la identidad del individuo es completamente prescindible. Lo que importa son las ideas. Da igual si eres facha, etarra, independentista catalán, taurino, vegetariano, izquierdista, punki, anarquista, comunista, rebelde, soldado imperial, snorkell o apolítico. Lo importante es saber que no estás solo, y que hay un cúmulo de personas que luchan a tu favor, y que están contigo respecto a un tema, aún a sabiendas de que la persona con la que estás luchando pueda ser el más nazi ultrarradical del mundo, y tú el hippie más pacifista de la historia. Lo que importa es luchar por un objetivo común, sin importar las demás ideas. ¿Qué importa - de momento - si el tío de al lado con una máscara es de izquierdas o de derechas? Lo importante es que comparte mi punto de vista referente a este tema, y tengo que luchar con él, ESO es lo que importa.

¿De verdad os consideráis Anonymous? De acuerdo, entonces dejad la mascarita a un lado, informáos de dónde va a ser la próxima manifestación multitudinaria organizada por Anon, y marchad para allá sin informárselo a nadie. Entonces, cuando estéis allí, delante de toda esa gente como vosotros, y estéis sintiendo que vuestros gritos están llegando a algún sitio, pero que no eres tú, sino tus compañeros de protesta y la máscara que llevas como símbolo está haciendo efecto. Cuando sepas que nadie te tiene en cuenta como persona, sino como compañero, y cuando sepas que tu trabajo desde el anonimato ha servido para algo. Entonces, y sólo entonces, podrás decir para tí mismo "formo parte de Anonymous".
Seguro que me dejo muchísimas cosas que quisiera decir, y lo más probale es que me de cuenta justo después de publicar el texto, pero creo que ha quedado clara mi opinión.

Ya sabéis que podéis mandarme Mails y dejar comentarios en este mismo blog. Un saludo, y gracias a todos.


PD: Lo sé. En mi página principal de Tuenti salgo yo mismo con una máscara de Guy Fawkes, y mucha gente me llamará hipócrita por ello. Pero yo jamás he dicho que me considere Anónimo. La máscara me gusta, por eso la llevo. No pretendo formar parte de nada, y si algún día lo formo, o algún día salgo a la calle a protestar con mis iguales y mi máscara, os aseguro que nadie sabrá que estuve allí.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Amanecer.

Tinieblas oscuras ondean en el cielo de la parte este de todo un continente. Moles de sombras acarician sinuosos valles con sus aterciopeladas tentaciones fúnebres. Toda la mitad del planeta sumida en una negrura opaca y densa, como una gran sábana que arropa al mundo. Dragones negros que no escupen fuego, sino miedo, sobrevuelan el paraíso tétrico que se dibuja bajo sus escamas, tiñendo aún más el atezado y gris paisaje. Montañas repletas de nieve que se vuelven plomizas a la luz de la luna. Océanos gigantes cuya superficie es, ahora, más oscura que sus entrañas abisales.

Se escuchan relinchos al otro lado del universo, y el emisor de dichos sonidos despierta por fin. Una bestia de fortaleza titánica latente dentro de sí escapa de su ánima y se alza sobre las patas traseras mientras toda su energía se concentra en la garganta, y vuelve a relinchar, moviendo a su vez, muy levemente, las patas delanteras. Los portentosos músculos del animal se marcan en su elegante y torneado cuerpo blanco como la nada, y sus crines en forma de melena ondean al viento provocado por su propia fiereza. Y de pronto, estalla la luz. Una gran explosión lumínica de color dorado brotando de su piel, saliendo por todos sus poros. Y sus pezuñas metálicas desprenden virutas de escarcha mañanera en la helada cara oeste del planeta encuanto se posa sobre sus cuatro patas.

Los músculos vuelven a tensarse, pues ya ha comenzado su recorrido. Las crines dibujando tirabuzones en el aire al paso raudo del furioso y refulgente caballo que cabalga con una celeridad absoluta, haciendo alarde de su condición divina. Su ceño fruncido le advierte del peligro, pues los dragones nocturnos se percatan de su presencia, y se lanzan hacia él en una acometida violenta, con sus garras afiladas como el sílex. Pero conforme se acercan planeando sobre sus alas magnificentes como las de un murciélago de más de trescientos metros sobre la divinidad equina, escupiendo terrores inimaginables propios de los sueños más tortuosos que pudiera soñar la mismísima oscuridad, van desintegrándose, y rugen como demonios cuando sus escamas se deshacen por completo en el destello fugaz de la luz divina.

Galopando con furia sobre un hemisferio, ya llega, sobre sus poderosas patas. Una increíble bola de fuego. Furia ígnea de inimaginable poder equino que baña de oro y calor la cara del planeta que sueña con Amanecer.

lunes, 7 de marzo de 2011

Torturas Nazis (Parte 4)

- No puede ser... es imposible. - masculló Gerald en un tono asustado.

Una gota de sudor helado brotó desde debajo de su gorra. Y la mirada del espía, con la cabeza agachada y los ojos en forma de flecha con el ceño fruncido, se clavaba en la del general, el cual se apresuró a agarrar con furza el palillo que había introducido hace pocos minutos en las encías del espía, el cual se retorció de dolor. Cuando lo hubo sacado, salpicando de sangre su, hasta entonces, impoluto traje militar, gritó:

- ¡Tu segundo apellido! ¡Vamos, Hans, quiero tu segundo apellido!

Los soldados al fondo de la habitación no supieron cómo reaccionar. Sólo se limitaron a mirar la escena con cara de póker.

Gerald abofeteó con fuerza la cara de Hans, la cual despidió millones de partículas en forma de saliva y sangre que fueron a parar como proyectiles sangrientos al sucio suelo de la cámara de torturas. Después soltó el palillo metálico y su agudo y tubular sonido resonó en toda la habitación, ahora silenciosa.
Todo permaneció en silencio unos segundos que parecieron horas.
Gerald se acachó, y acercó su cara al rostro del maniatado.
- Escuchame - Comenzó a decir con una voz grave y familiar - Puedo imaginarme quién eres, Hans Kasner, sólo necesito tu segundo apellido, y puede que todo esto termine. No me obligues a matarte de dolor, Hans. Todavía me quedan muchos cachivaches para jugar contigo, y si no eres quien espero que seas, te espera un final mucho más doloroso del que te puedas a llegar a imaginar. Muchísimo más horrible del que tu imaginación jamás huiera podido concebir.

Lindërr hablaba recreándose en sus palabras. Casi conocía a aquel hombre, pero aún así su mente enferma le estaba comenzando a poseer, e incluso el propio general dudaba de si, aunque fuera quien pensaba que era aquel hombre, tendría piedad de él. Lo que estaba claro es que el juego aún no había terminado.
Hans bajó la cabeza, jadeando. Después escupió una gran bola de saliva sanguinolienta, y continuó jadeando. El dolor que le había producido la varilla en las encías latía con furia, y pensó por un momento que fuera a desmayarse, pues el dolor de la que tenía clavada en la mano, pero que afortunadamente, no había logrado atravesar por completo dicha extremidad comenzaba a extendérsele hacia el brazo.

- Gerald, ¿Me equivoco? - Dijo Hans en un perfectísimo Alemán y sin levantar lo más mínimo la mirada del suelo adoquinado.

Gerald se levantó casi de un salto, y abrió mucho los ojos. Su cara se tornó muy seria, y se podía notar que casi apretaba los labios. Los tres soldados del fondo de la habitación pusieron la misma cara de asombro. ¿Cómo conocía aquel hombre el nombre del General? Y lo que es aún más inquietante ¿Cómo es posible que un espía americano hablara el alemán con ese acento tan perfecto?
- Gerald Lindërr, General del ejército de la Wermatch y mano derecha del general Rommel. Más de 40 medallas al valor en la campaña de África Korps. - Dijo Hans poniendo a prueba de nuevo su habla germánica sin ningún tipo de error. Un acento, pronunciación y fonética dignas de un verdadero guerrero Ario.
Gerald volvió a sentir el cosquilleo que sintió cuando escuchó el nombre del espía, y con un hilo de voz y una vena enorme palpitándole en la frente dijo:

- Hans Kasner Lindërr....

jueves, 3 de marzo de 2011

Robot oxidado

Un ser de metal que sangra por los ojos. Está triste. triste y desorientado, moviendo los ojos de lado a lado a cada rato.
Un ser de metal, frío como el hielo, y helado como él mismo. Acurrucado en una esquina de una oscura habitación, con los brazos rodeando sus rodillas, temblando.
Llora y llora, pero no sabe por qué. ¡No!, no le preguntes, déjale tranquilo. Él sabrá.

Pero él no sabe, está tirado y oxidado. Apenas puede moverse. En su cuerpo metálico se dibujan islas pardas verdosas que contaminan su carcasa. Pobre robot oxidado. Sus circuitos están decrépitos y estropeados, y sueltan chispas verduzcas por doquier, miles de destellos amarillos centelleantes se dibujan en la penumbra de la habitación.
- ¡Maldita sea!
Grita con voz metálicay siniestra. Una voz grave, pero aguda a la vez. Grande y pequeño sonando en estéreo. Tanto miedo. Pobre robot oxidado.

Humanoide asesino, autómata al servicio de la muerte. Sin sentimientos; Sólo metal. Pero no es lo importante, pues no sería tan malo si no se llevara el alma de sus víctimas también. Tirado en el suelo, moviéndose por espasmos y convulsiones eléctricas. Pobre robot oxidado.

Sabe que no le queda nada, que sólo es un amasijo de hierros y cables maltrechos, pero se niega a apagarse.

Todavía queda un microchip con conductores de oro en lo más profundo de su cerebro. Tiene alma, pero el problema es que él no lo sabe.
Su sistema se queda sin energía, y su cuerpo deja de emitir incontables chiribitas luminosas. Muere con sentimiento humano antes de que su alma hubiera podido aflorar y convertirse en uno más. Pobre robot oxidado.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Una nueva Era

Costas del Magreb. Costas europeas. Costas inglesas. Arenga del general del ejército de liberación del continente Eurasiático-Africano por medio del sistema holográfico de conversación internacional.

- ¡Hoy es el día! Camaradas, sólo os pido antes de mi muerte, que luchéis a mi lado y con valor. Y no caeremos, no retrocederemos, no nos achantarán. Esta batalla durará hasta que su muerte nos separe, y sabed, amigos compatriotas, que todo irá bien, y no hay que tener miedo. Hoy lucharemos por nuetras vidas, y volveremos con nuestro escudo o sobre él. Jamás nos vencerán, y no habrá quién pueda nuestro espiritú quebrar. Hermanos, es cierto que su ejército es muchísimo más grande que el nuestro, pero nuestro corazón es mil veces más noble. Jamás venceremos, jamás superaremos nuestros miedos, y siempre estaremos presos por el yugo del vecino si no lo intentamos.
Sé que muchos tenéis miedo a la muerte, pero os aseguro que es un sentimiento tácito, y os aseguro también, que incluso yo tengo miedo. Pero somos la única esperanza, una barrera inexpugnable entre el continente eurasiático, y el gigante americano.
Recordemos, pues, la batalla de las Valkirias, o la derrota que sufrieron los compañeros Chinos contra Bolivia. O cuando Corea del Norte firmó la paz con Europa. ¿Vamos a dejarnos amedrentar ahora?

- ¡¡¡NUNCA!!!

- ¡Eso es!, vamos a luchar por nuestra patria, desde Suecia hasta finisterra, desde japón hasta Alemania. Vamos a luchar por nuestras tierras, por nosotros, por nuestras familias, y por nuestras vidas, y las de nuestros hijos. Lucharemos hasta que el cuerpo aguante, pues como en toda guerra, habrá vencedores y vencidos.
Alzad vuestras armas, y recordad cuando esos amos de marionetas se interpusieron entre nosotros, entre hermanos, entre padres y madres, entre maridos y mujeres, y entre padres e hijos. Luchad con espíritu de espartanos, muerte y gloria. La ira de nuestro ejército caerá sobre ellos, sin importarnos lo más mínimo la muerte. ¡Blanca muerte!

-¡¡¡Blanca muerte!!!

- Es la naturaleza del ser humano. La naturaleza del ser humano es la naturaleza de la guerra. Un secreto, una palabra, Sun Tzu dijo: Jamás os deis por vencidos, aún cuando sepáis que la guerra está perdida.
De modo que: Hermanos orientales, hermanos caucásicos, hermanos musulmanes, hermanos nórdicos, hermanos nipones. ¡No permitamos al gran oeste acabar con nosotros. Por este 2051, por este 5 de Noviembre, por nuestra patria Eurasiática-Africana! ¡¡Por nuestras vidas!!


Un incontable ejército de aviones y barcos ponía rumbo a la batalla contra el gigante americano.


Continuará.