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lunes, 16 de abril de 2012

Te recuerdo.

Cuando nuestros cuerpos se fundieron en un sensual baile y tus manos se posaron sobre mi pecho, suaves, delicadas, acariciantes, supe que romperte los labios de un beso era lo adecuado.
Noté como el ácido sabor del alcohol se contrarestaba con el dulce aroma de las notas que bailaban nuesras lenguas abrazadas. Jugueteando entre ellas como dos niños pequeños con juguete nuevo. Con esa sonrisa pícara al mover las caderas, al no atreverte a acercarte tanto, al querer bailar y tenerme.

Recuerdo cuando, traviesa, tu boca tonteaba con mi cuello, con mis labios, con algún que otro dedo de mis manos, las cuales no cesaban en las caricias, y con la sensualidad hecha voz.

Cuando el frío de la noche cayó sobre nosotros y no tuvimos más remedio que querernos por un instante, aunque fuera tan falso como la idea de que volveríamos a vernos. Ese frío que calaba nuestros huesos y que nos hacía volver a desear nuestros cuerpos pegados moviéndose al ritmo de una pasión latente y espectante. A ver qué hacíamos.

Con la ropa impregnada de ti, con tu aroma recorriendo los sentidos. Con un texto inventado con el que seducirte, una seducción real como la vida que compartimos esas horas. El dolor de nuestras pupilas al dilatarse por la llegada del día que se nos escapaba de las manos, y que nos alejaba aún estando agarrados.

Vivo nervioso, y preguntándome cómo es posible que le corazón me lata más rápido al recordarte si fuiste una estrella fugaz en  un firmamento repleto de posibilidades y de sensaciones por descubrir. Y pensar cómo pudiste hacer alarde de tanta frialdad después  de compartir nuestras vidas por unas horas aunque fuera.

Te vi alejarte, y hasta que tu cuerpo no desapareció de mi rango de visión, y no diste la vuelta para ni siquiera observarme. Apoyando mis brazos en aquella fría barandilla de un puente levadizo al desván de mi agotamiento.

Hoy, mis sentidos vuelven a hablarme de ti. Te recuerdo.


7 comentarios:

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  2. Es precioso y has conseguido hacerme recordar momentos estupendos, de verdad. Impresionante. Increíble. Aquí te dejo una sonrisa inevitable.

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  3. Leer tus relatos es volver a recordar buenos momentos en mi vida y sonrisas inesperadas. Eres un gran escritor.

    Constans

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  4. como no puede ser de otro modo.... me envuelves en cada uno de los relatos qe escribes... y lo mejor o lo peor es que... me siento tan reflejada con cada uno de ellos.. que no puedo parar de leerlos.

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  5. Tus historias me encantan, me motivan y me empujan a escribir, con tus relatos has hecho que quiera destar mi potencial y mi talento escribiendo alguna que otra historia para probarme a mi mismo y reflejar mi iterior. Sigue así que vales mucho.

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  6. Madre mia!! Dejame decir que escribe de p.. madre.. sigue asi o mejor dicho que mejores si se puede mejorar..

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