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viernes, 8 de febrero de 2013

Erotismo (Parte 4)


Parte uno: http://ejercitodepalabras.blogspot.com.es/2013/01/erotismo-parte-1.html
Parte dos: http://ejercitodepalabras.blogspot.com.es/2013/01/erotismo-parte-2.html
Parte tres: http://ejercitodepalabras.blogspot.com.es/2013/01/erotismo-parte-3.html

Me eché un poco para atrás, sin alterar mi posición, y agarre mi miembro, casi tan húmedo como ella, y comencé a darle golpecitos en el clítoris. A cada golpe, su cuerpo se movía por convulsiones, y me pedía jurando por una infinidad de cosas que se la metiera de una vez. Nuestros fluidos se mezclaban y emitía un sonido muy sucio y excitante, y no pude más.
 Noté como mi pene acariciaba las paredes de su vagina, y como ésta iba devorando mi miembro con la dulzura de la porcelana. El placer fue descomunal. Mi cuerpo comenzó a tensarse y ella gritó como una descosida, la saqué y volví a introducirla rápidamente, mientras ella no paraba de gemir y gritar, con el reverso de una mano en la boca y el otro brazo detrás de su cabeza.
Comencé a embestirle mientras sus gritos se dejaban oír y de su garganta no brotaban más que gemidos. Sus pechos se movían arriba y abajo con cada uno de mis empujones, y nuestros cuerpos ya habían comenzado a sudar.  Giró la cabeza para observarme con esos ojitos inocentes mientras se mordía los labios, y sus manos habían bajado hasta su clítoris, el cual masajeaba sensualmente mientras continuaba follándole.
La sensación era cálida y agradable, y contrarrestaba el frío que sentía al sacarla, con el calor que me invadía el cuerpo cuando volvía a penetrarle. De pronto se alzó, y se puso de rodillas para besarme. Mis manos acudieron a su cintura, y la saliva comenzó a fluír entre nuestras bocas.
Colocó su cuerpo en la cama sobre las rodillas, y sobre sus manos, elevando su trasero, y encorvando la espalda de una forma que hizo que mi corazón latiera aún más rápido.

-¿A qué esperas? Fóllame, joder.

Mi cuerpo reaccionó de inmediato, y me coloqué de rodillas justo detrás de ella. Su coño estaba hinchado, enrojecido y muy húmedo, y con las piernas cerradas en esa posición, parecía una pequeña hamburguesa. Mis manos agarraron sus caderas, y noté cómo una de sus manos había agarrado mi miembro, y lo había colocado en sus genitales. Por instinto, empujé.

domingo, 3 de febrero de 2013

Que todo vuelva a su ser.


Hoy he vuelto a soñar contigo.
Te he visto tan cruel, tan despiadada, tan fría.. Te he visto repleta de la maldad que tuviste por antónimo en su día, y te he visto tratando de hacerme sufrir.
Pero creo que el problema real es que te he visto, a secas. Y no, no quiero verte más, quiero que desaparezcas. Me compensa sacrificar todos los recuerdos buenos con tal de que no vuelvas a aparecer en mi cabeza jamás.
 Te quiero aquí, con todo, o no te quiero.

Toda mi vida se resume en la épica que he pasado contigo: Creación de lo más bello con el esfuerzo de un titán, para verlo hecho piedras y astillas calcinadas en un instante, en lo que dura un parpadeo, en lo que dura un beso de otro hombre. Giros crueles del destino, sin ton ni son. ¿Por qué lo destruíste todo?
Pero no quiero volver a crear nada. Me niego a construír un paraíso de nuevo para verlo convertido en un infierno. Me niego a que vuelvas a dejar arder mis ilusiones, a jugar conmigo. Me nuego a volver a darte mi cuerpo en vano. Aquella noche, aquellos días posteriores. Jamás me he sentido tan sucio, tan patético, tan engañado... tan arrepentido. Ahora si, arrepentimiento es la palabra adecuada. Nuestros brotes de amor no fueron de saber amar, ni mucho menos, y tú lo sabías, y tú dejaste que ocurriera. Me arrepiento de ti, de mi, de nosotros, de nuestro mundo, de todo.

Que todo se muera, y que jamás vuelva a nacer. Que sean recuerdos estériles donde jamás tengas cabida para volver a germinar. Que todo vuelva a ser olvido o ignorancia. Mi gran error fue dejar que me enamoraras. Mi gran error fuiste tú.

¡Maldito subconsciente! Has vuelto a aparecer en mis sueños. Cómo me odio. Con la pesadilla vinieron todos los recuerdos de aquella puta isla, aquella puta isla, aquella puta isla, distorsionada dibujada a lápiz, obra de las manos del Diablo, emborronada y repleta de tachones y marcas. Un borrador de lo que podría haber sido nuestra vida allí. Todo nuestro puto mundo. Jamás crearé nada tan bello. Jamás te has merecido que lo hubiera creado... Y ni por asomo volvería a hacerlo.

No quiero ningún recuerdo con tu presencia. Ni los buenos ni los malos. Los buenos recuerdos inundan mi corazón y convierten mis ojos en una fuente que no quiero en mis dominios. No quiero nada. Ni tu infinita promiscuidad, ni tu adorable rostro, imán de hombres sin corazón. Descarado demonio pelirrojo, tenías que crearle a ella, tenías que imaginarle, tenías que retratarle... Eva.

Tuviste que aparecer en mi vida, y ahora sólo deseo, con toda mi alma, que jamás hubieras aparecido. Ahora, después de todo aquello, sólo deseo que jamás te hubieras cruzado en mi camino.

Quiero que todo vuelva a su ser, que las lágrimas sean lágrimas, que el alma sea alma, que la mente sea la mente, y que todo sea tinta.