Todos los textos que se muestran en este blog son originales, y creados por Daniel Montes, administrador y creador del blog. Si ves cualquiera de estos relatos o textos en otra página que no sea esta, NO pertenecen a esa persona, y significa que han sido copiados.
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jueves, 29 de diciembre de 2011

Vuelta a las andadas


"Creo que volvió a la mala vida. Después de llevar un trágico pasado de maltrato, insultos, malas compañías y demás, volvió a las andadas. "

.... .... ... (Frases ilegibles)

"Oh no, no te creas. Era buena persona, pero su poca personalidad mezclada con vicios al alcance de la mano y voces de malas amistades en la oreja puede llegar a ser un cóctel explosivo. Después de esa amarga experiencia que te he comentado hace un momento, volvió a mezclarse con la peor mierda que pudieron vislumbrar sus cortas entendederas, volvió a fumar, y a llenar sus pulmones de mierda. Volvió a beber y a destrozarse el hígado en una acometida violenta con un placaje final hacia la pared etílica de la perdición."

... ... ... (frases ilegibles)


"Eso no está en mi mano, y la verdad es que ya me da igual. Cada persona es culpable de sus actos. Así como yo soy culpable de los míos, esta persona lo es de los suyos. Creo que no hace falta un master para entender esto. Es una lógica bastante aplastante.
Aún así, y aunque quisiera poder darle algún que otro consejo mezclado con un par de palabras bien dichas, no es asunto mío, así que no voy a molestarme un ápice por alguien que no me interesa."


... ... ... (frases ilegibles)


"Me lo sé porque lo he vivido, no pienses nada extraño. No quiero que me malinterpretes, a mi su vida no me interesa. ¡Por el amor de Dios, si no le interesa ni a ella misma! ¿Cómo va a interesarme a mi?"


... ... ... (Deberías dormir)


"Debo, debería".



Cuando dejamos que los demás sean dueños de nuestra vida, solemos creer que somos nosotros los que les tenemos bajo control. Nada más lejos de la realidad.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Sueño de Luna


Se va el sol, entre aspiraciones de retorno con una dentellada celeste. De que ahora triste y cabizbajo se oculta entre la neblina llorosa de unos ojos tristes que anhelan su vuelta: "Que de retornos se vive, pues en eso la vida es sabia, que no es el sol el que sale todos los días, sino que nosotros volvemos a él". Que aunque su cáncer, su sed, y su abrasamiento indiscriminado nos destruyan las ganas de vivir, de la vida se toma su parte el Astro Rey, y con lágrimas en el fin del mundo se le despide, esperando su cruel, pero necesario regreso.
¿Por qué te anhelamos tanto si tanto te molestas en destruírnos?
Se oculta, irónicamente tras las sombras de otro hemisferio quemado, de fatuas cadenas enganchadas a una noche iluminada por el fuego.
Dime, ¿Cuántos ilusos han jurado servirte hasta que devoraras el mundo, ladrón de universos? A saber las almas perdidas que explotan en tus entrañas.

Que por una parte el sol es muy triste. Vuelve a explotar como cada billón de años. Vuelve a ser tan miserable como era comparado con las grandes estrellas que le hacen sombra. Vuelve a fumar, vuelve a beber, vuelve a morir, vuelve a vivir, para seguir fumando, bebiendo, y muriendo, y así hasta que el universo vuelva a contraerse y a expandirse, así hasta el infinito, siempre así.

El Sol vuelve a ser patético, triste, miserable. Vuelve a sus vicios de humo y explosiones nucleares.
Me es igual. No necesito el Sol. Necesito a la Luna.

Porque un día, vi a la Luna, y sentí que su presencia me cautivaba. Ella me miró también. Y si no lo hizo, sentí lo mismo que hubiera sentido si lo hubiera hecho. Vi a la Luna después de un largo viaje, y le martiricé. Después le besé en los labios con la ternura de un cachorro recién nacido.

Y sentí lo que sentí entonces, aquella vez. Sentí que soñaba, un sueño blando y esponjoso, un sueño luminoso, lleno de vida. Con un aroma que inundaba los pulmones con una esencia aterciopelada de lavanda y cariño. Me sentí flotando en una nube. Y cuando nuestros labios se separaron por primera vez, no pude evitar suspirar, y soltar una lágrima. Después volví a juntar mi boca con la suya, y de nuevo mi cerebro decidió pensar que había corrido una maratón, y mandó la órden a mi corazón para que latiera al ritmo de la carrera.

Y soñé.


Un sueño blando y esponjoso.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!


¡Feliz navidad!
Efectivamente, decir eso entre los jóvenes de hoy en día está mal visto. ¿Por qué? No lo sé, sinceramente. Supongo que será porque ahora si no eres un anarquista liberal con afán de revolucionario no eres nada, y claro, tienes que ir en contra de la religión, de los estados, de la navidad, de la tradición y todas esas cosas, qué se le va a hacer.

En fin, yo no creo en Dios, y sin embargo celebro la navidad con gusto y con emoción e ilusión, ya que son las únicas fechas en las que puedo ver a toda mi familia casi en su totalidad unida para cenar y comer sin problemas, sonriendo y siendo felices. Me da igual si no estamos engañando a nosotros mismos, y me da igual si eso es ser falso y vil, porque según muchos "tener que sonreír a tu familia sólo porque sea navidad es muy triste". Será triste, pero ves a tu familia sonreír, que es lo que cuenta.

De todos modos, está la parte religiosa. ¿Alguien puede decirme qué porcentaje de la población en España celebra la navidad por motivos religiosos? Quiero decir, porque se sientan realmente cercanas a Dios y quieran celebrar de verdad el nacimiento del "mesias", ¿un 5%? Tal vez me esté pasando. La navidad ya no es una fiesta religiosa, por mucho que digan las iglesias y todas esas sectas de poder. La navidad es una tradición que pretende ilusionar a la gente. Jesucristo no nació en Diciembre, sino en la primavera, entre Abril y Mayo, ya que se relata que el cielo estaba cubierto de estrellas, y los ganados de los pastores estaban al aire libre, así que es del todo improbable que Jesús naciera en esa época, por tanto, la navidad podría considerarse una fiesta pagana por el siguiente motivo: Fue el Papa Julio I el que pidió que la navidad se celebrara el 25 de Diciembre. El motivo es porque las fiestas nacionales romanas (Saturnalias) se celebraban en esa época, y recién instaurado el Crisianismo, pensaron que sería un buen sistema para acercar más la religión al vulgo. He ahí el motivo de por qué la navidad se celebra el 25 de Diciembre, pero nada más lejos de las creencias religiosas en relación a dicha época.

Además, recordemos que no sólo celebramos la navidad, sino también el cambio de año. ¿También tiene la culpa la navidad de eso?

Otro factor que influye en las protestas contra la navidad es el consumo. Antes he visto en Tuenti una foto con unos niñitos negros con platos de comida vacíos, y debajo ponía "feliz navidad". No entiendo esa foto. Qué pasa ¿Que los niños pobres sólo son pobres en navidad? También se consume mucho en otras épocas del año, como en las vacaciones de verano o las bodas, despedidas de soltero, y demás eventos. ¿Qué pinta la foto de esos niños con ese irónico comentario de "felíz navidad"? ¿Acaso es que yo, por celebrar la navidad con mi familia, voy a ser peor persona sólo porque hay gente que muere de hambre en otros países? Si te sientes comprometido con la causa, colabora como hacemos todos llevando tu ropa vieja a las ONG's, donando medicamentos caducados, o incluso puedes hacer como yo: Pagar una cuota simbólica a Caritas para el desarrollo de granjas inteligentes en África, pero por favor, no me pongas esa foto, porque carece completamente de sentido. Y si la pones, ponlo en todas las fechas del año.

Cierto es que en Navidad se consume más, pero no sé dónde está el problema. ¿No estamos en crisis? Supongo que el consumismo hará que la economía se mueva y, al menos, poder avanzar un peldaño en esta situación. No es cuestión de comprar cosas para demostrar lo mucho que quieres a tu familia, ya que en los cumpleaños también se regalan cosas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Rechazar los regalos? Repito: Es tradición. Es obvio que no voy a querer más o menos a mi familia porque me regalen cosas o me las dejen de regalar, pero a mí (personalmente) me hace muchísima ilusión saber que mi hermano me ha comprado algo, que mi hermana tiene algo par mí, y que mis padres, en algún lugar de su cuarto, tienen algo que saben que me hará ilusión. Yo también compro regalos de Navidad, los escondo en mi cuarto, y me siento realmente feliz cuando, el día de Reyes, veo a mi familia abrir esos paquetes repletos de ilusión, y que hacen que se les dibuje una sonrisa por muy absurdo que pudiera ser el regalo. No es cuestión de gastar mucho para demostrar que amas a tu familia, sino servirte del amor hacia los tuyos para tener un motivo para regalarles algo que sabes que les hará ilusión, sirviéndote una fecha tan señalada como es la tradición de la Navidad como excusa.

Seguramente publique esto y me arrepienta, porque podría haber puesto muchas más cosas que me hubiera gustado compartir. No obstante, estoy seguro de que al igual que habrá muchas y muy diversas opiniones que coincidirán conmigo, habrá otros sectores que me criticarán y me avasallaran a comentarios y mensajes privados en diversas redes sociales. Todos tenemos nuestra opinión, obviamente.

¡¡ FELIZ NAVIDAD, y PRÓSPERO AÑO NUEVO !!

NOTA: Este texto lo publiqué hace un tiempo (nótese la diferencia de cómo escribía entonces), pero como no tenía ni la cuarta parte de lectores en aquélla época, vuelvo a publicarlo para compartirlo con todos vosotros.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Eva - Sin piedad


Incrédulo, avanzó hasta la mesilla de noche, y con las manos ensangrentadas y sobrecogido por lo que acababa de ocurrir, recogió la nota y comenzó a leerla envuelto en un silencio ensordecedor.

"Creo que esto toca a su fin. Ya no aguanto más.
No tengo mucho que decirte, y lo poco que puedo decir tampoco debería sorprenderte mucho. ¿Por qué? Porque sabes de sobra lo miserable que eres,  no hay nada que desee más en este momento que acerte sentir como la mierda que eres. 
Pero eso no va a pasar, porque por mucho que te duela, sé que no volverás a verme. Al menos no volverás a dirigirme la palabra, y de eso estoy más que convencida. Saber que jamás volverás a probar mis labios me hace sonreír.
Sé que podía haber desaparecido sin más y haberte dejado con la duda de dónde habría podido ir, de si me podría haber pasado algo... etc. Pero claro, como no me crees capaz, sé que saldrías a buscarme (eso si no te lo impide tu mísera cobardía, rata infecta), y eso indica la posibilidad, por nimia que sea, de encontrarme. No. Prefiero que sepas que me he ido llevándome un mal recuerdo de ti, dejándote tirado como un sucio perro, librándome de ti para siempre.
Tus perfidias han tocado a su fin, y ya estoy más que harta de esperar y esperar, porque no lo vales. No mereces la pena, no vales ni un ápice de lo que podría llegar a valer el pasar un segundo conmigo, y ojalá nunca te des cuenta, y sigas viviendo en esa cárcel de cobardía y patetismo que te caracteriza, escoria.
Creo que tus mentiras, tus tequieros y tus "bromitas", tocan  a su fin. Hoy, soy libre, y tú seguirás siendo la basura que eres hasta el esperado día de tu muerte.


Me consuela saber que, mientras lees esto, una mezcla de rabia y dolor se adueñará de ti, y harás lo imposible por ocultarlo, por disimularlo, o incluso por luchar contra ese sentimiento. Pero yo sé que ese dolor y esa rabia se apoderan de ti, y eso me hace sentirme mucho mejor.


¿Demasiado dura con mis palabras?
Lo siento, pero voy a desaparecer de tu vida, igual que un día desapareció de la mía la piedad.


Atte: Eva"


Abrió los ojos como platos.
- No puede ser...¡No puede ser!
Exclamó mientras enfilaba la puerta, repleto de rabia.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Regálame a Eva


- Tengo un regalo para ti.

Dijo Eva como si nada. Con una voz muy poco provocadora para lo sexy que solía resultar cuando hablaba.

Y aunque el chico no parara de preguntar qué regalo tenía preparado para él, no obtenía respuesta alguna. Eva no paraba de dar pistas falsas, de dar argumentos sin sentido y de esquivar el tema con una picardía que, por algún extraño motivo, resultaba obscena.

- El fin de semana podré dártelo.

La voz de Eva se tornó grave, con un halo de misticismo ensordecedor. Sus palabras sonaban como si quisiera callar, pero con la necesidad irrefrenable de hablar.
El receptor del presente no sabía bien qué decir. Una mezcla de nerviosismo y duda asaltaba su cabeza y rebotaba dentro de su cráneo. No podía pensar en otra cosa.


La sexualidad de Eva era algo que resultaba completamente desconocido para él, y aunque sus muchas erecciones tan sólo con su imagen en la cabeza hayan podido resultar exitosas, no estaba seguro de si se referiría a eso.
Estaba claro que Eva era una provocadora nata. Nacida con el don de atraer a los hombres y de no hacerles pensar en otra cosa que no fuera su piel blanca, su cabello ardiente, o sus pecas que disimulaban sus ojos rasgados.

Eva podía tener al hombre que quisiera, sin prácticamente ninguna excepción. Así que pensó que sería demasiado raro que le hubiera elegido a él. Al fni y al cabo sólo se conocían de un par de meses, y apenas se conocían.

Sin embargo, y para tan prematura relación, sus encuentros no sexuales resultaban bastante ardientes. Desde luego, la tensión sexual se mascaba en el ambiente, pero nunca llegaron al punto de unirse en un solo ente, definición del "coito" según la mente romántica de Eva.
Romántica y lasciva. Pues aunque inexpresiva de rostro, su cuerpo hablaba por ella. Una expresividad involuntaria que se podría decir que le caracterizaba.

Que Eva tuviera cara de no haber roto jamás un plato, no significaba que vajillas enteras de porcelana fina hubieran sido estrelladas contra el suelo por sus propias manos.

Si Eva pudiera compararse con un instrumento musical, éste sería una guitarra. Una guitarra muy cara, de madera blanca, muy fina. Con unas cuerdas delicadas, a las que hay que acariciar muy suavemente, pero siempre con sentimiento para hacerlas virar. Con unas curvas de tácto de barniz, suaves y delicadas. Una guitarra cuyo clavijero fuera dificil de domar, cuya afinación resultara toda una odisea. Una guitarra fácil de tocar, pero dificil de tocar en la tonalidad correcta.

Siempre desafinada, Eva. Siempre desafinada.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Desnúdate, Eva


Y que ahora cubras tu cuerpo, Eva.

Que ahora pueda decir que una horrible envidia me corroe. Una envidia hacia tu atuendo. Quién pudiera ser ropa para poder acariciar tu suave tacto, Eva.

Poder ser el abrigo que te arropa en las noches de invierno. Poder observar la nube de vaho que expide tu boca acaramelada, tu boca de miel, cuando hiela.

Eva, poder notar en las mejillas el tacto gélido de tu nariz, con la punta enrojecida por el intenso frío del cual viviría por aventar de tu fina anatomía. Poder sentir esa punzadita de hielo mientras nuestros labios se funden en una dulce sensación de suave terciopelo. Esa sensación en las mejillas.

Poder agarrar tus manos heladas, calentarlas con las mías. Que me mires acto seguido y que me sonrías. Que me abras la chaqueta y me agarres de la cintura, congelándome esa pequeña parte del cuerpo con tus dedos delicados.

Y que ahora cubras tu cuerpo, ahora después de tanta confianza. Que ahora te vistas, después de haber podido disfrutar el uno del otro de nuestros cuerpos calientes y lujuriosos. Que ahora la tela me impida ver tus sinuosas curvas, las cuales se movían cual bandera sobre mi sexo, gritaban tus caderas, Eva. Gritaban tus caderas.


Pero ahora te vistes. Ahora cierras la puerta, abrochas botones, subes cremalleras, cierras belcros. Ahora ocultas tu cuerpo perfecto, casi transparente. Ahora dejas a mis ojos con la tristeza propia del sol al comprobar que todavía no te has asomado a la ventana para disfrutar de su baño de fuego.


 Ígneo y alborotado, así como tu indescifrable cabeza.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Mi dolor


Ahora gélido. qué frío es todo. Esa sensación de sentir que el chaquetón que cubre tu cuerpo no es suficiente para parar el oscuro viento que azota tu cara. Y que el frío repleto de ojos llorosos inunde tu cuerpo, y que en ti penetre una sensación helada que cala hasta los huesos.



Mírate al espejo, desnudo y tiritando. Con el frío empapando tus entrañas hasta el tuétano, calados hasta la saciedad, con todos los poros abiertos. La piel de gallina, con la espesura de una lija.
Obsérvate los ojos, ¿Ves esa luz tenue que evoca tristeza en la parte más negra de tu pupila? Es la pena. Es tristeza enjaulada en un azabache brillante de penumbra miserable que ahora no te dejará dormir.
Es querer viajar atrás en el tiempo y saber que, aunque se reescriba la historia, ese borrador maltrecho quedó. Un borrador sucio, miserable, terco y tedioso. Un borrador patético y ridículo.




Me gustaría volver a conocerte. (casi)

martes, 29 de noviembre de 2011

Sed de Sangre


Corre en la noche con dos heridas punzantes en su yugular, con la boca chorreante de esencia vital de sus víctimas.
Con la ropa desgarrada, brinca de tejado en tejado, buscando cuerpos jóvenes de los que alimentarse. Aulla al viento, que arrastra una voz cruel y demoníaca, y sus ojos se vuelven del color de su anhelo.
Su boca sanguinolenta al ver una joven desvalida, vulnerable, sola. Le observa desde un tejado próximo a su posición, y se muerde el labio inferior al ver tamaña chuchería, tan dulce y aislada.
Una risa malévola es evocada por su rostro, el cual se torna gris, y su ceño se frunce con una fuerza capaz incluso de ser escuchada, y sus fauces se abren, a la par que salta, rugiendo como una bestia, sobre la mujer que, ya en el suelo, asustada, con lágrimas en los ojos y en el rostro, ruega clemencia.

Y una mueca de negación brota del animal, así como una dentellada brutal, la cual ahoga el grito de la chica que patalea en busca de auxilio. Sus manos tratan de arañar el rostro de la alimaña que está matándole, devorando su sangre, rompiendo la piel de su puro y blanco cuello y disfrutando del manjar carmesí que emana de sus venas.
Un nuevo adalid.

El vampiro se separa de su víctima, y observa el cielo seminublado en busca de la única luz que podría servirle de respiro. Y le implora a la Luna:

"Oh, tu, reina de la noche. El único atisbo de luz que puede proporcionar oscuridad a este débil corazón. Que atruene mi sed de sangre, que mis pies se vuelvan raudos, mis dientes afilados, mis ojos audaces, mis oídos finos como la hoja de una daga, mi cuerpo sigiloso como la niebla y la locura, mi cabeza fría, implacable, y astuta.
Bestia sin sentimientos y con razón elegí ser. Portador del don que algunos llaman maldición. Belcebú, a ti me encomiendo."

Y en la noche, su escultural anatomía desnuda se tensa mientras su garganta emite un rugido proveniente de los abismos más oscuros de este mundo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Brain down. Please wait

Menudo bajon, chico.

Y ya está. Ahí lo dejo...

domingo, 20 de noviembre de 2011

¡Adiós, mundo cruel!


Dos caras de una cruel moneda llamada Mundo.

Pon en un papel toda la tristeza, lástima e injusta desesperación que puedas imaginar, pero de forma realista.
Un abuelo tirado en la calle, con la cadera rota, pidiendo ayuda, y nadie se para a ayudarle.
Un artista trabajando en una escultura en miniatura de cristal, y en la presentación se rompe, se le escapa de las manos, se cae, se desintegra contra el suelo, y se arrodilla entre risas, cogiendo pedacitos de su obra, y mirándolo con las lágrimas en los ojos.

Un nño gordo y orondo, inflándose a chocolate y bollería, mientras un famélico  hermanastro a su lado no tiene más que galletas rancias, y las come mirándolas después de cada bocado, con los ojos empañados.
Un profesor en un aula revolucionada, todos los alumnos tirándose bolas de papel, gritando, corriendo e insultándose. El profesor explicando la materia, sabe de sobra que los alumnos no le están prestando atención, y se siente desgraciado. Pobre miserable, cuyos pupilos se ríen de él. ¿Qué va a hacer?.
Por el caso de un chico perdidamente enamorado de una mujer, la cual está libre, con la pega de que este mismo chico tiene novia.

Este chico consigue reunir el valor suficiente para dejar a su chica y luchar por su amor, y dos días después, esta perfidiosa colipoterra se funde en el placer carnal con otro chico, de características físicas muy superiores. Cuánta tristeza. Qué sensación de estupidez, tristeza, y dolor. Cuánta miseria, pobre iluso descorazonado.

Un fracasado vendedor de seguros llega a casa un lluvioso día cualquiera, y unas maletas esperan en el descansillo con una nota que dice: Jódete, y escucha, miserable.

Desde el interior de la vivienda se escuchan gritos y gemidos por parte de la que, al menos en ese momento, era su esposa. Cuanta imbecilidad en un cerebro de vendedor tan estúpido.

La idea de un padre trabajador, honrado, fiel a sus principios familiares, que compra regalos a sus hijos por el simple hecho de tener un detalle con ellos.
Sus hijos, niños crueles, pero no tan niños, le insultan y le desprecian, alegando que no son suficiente, que quieren más. "Imbécil, no estamos contentos".


Así, según surje, lo sueltas en un papel. Algo realista, algo tangible, algo palpable, algo que pudiera ser.
Imprime el papel.


Quémalo.



Ya eres libre, joder.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Labios sellados


Cierra la boca de una vez.

Deja de suicidarte del modo en que otros ven la esencia de la vida. Para de una vez, que no lleva a nada bueno.
Desearías poder ser aire, ¿Verdad? Querrías ser fuerte como un toro y ágil como un mono, pero a este paso sólo vas a ser lento, torpe y, aunque grande, más pequeño que tus ansias de superación y tu fuerza de voluntad.


Cierra la puerta contigo fuera, con las manos en los bolsillos y los labios sellados. Controla tus tentaciones, imbécil. De acá o acullá, ahí están. Lucha, defiéndete con tu mejor arma. Que se apague la luz, y mejor si no consigues ver nada. Que rujan los leones de tu desesperación, y que atruene la tormenta sobre la montaña viscosa que se hace llamar ansiedad.



Sé fuerte, sé rápido, sé invisible.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Eva (9)


Clavó sus rodillas al sofá, y encorvó la espalda hasta, casi, tocar la cálida piel de tela con el vientre.
Otto se vio con unas posaderas jamás vistas, esculpidas por el mismísimo Miguel Ángel, delante suyo, y se le aceleró el corazón (más aún si cabía).

Eva colocó las manos en la parte superior del respaldo del sofá, y movió sus caderas muy ligeramente, en movimientos lentos y sensuales.
- Vamos... por favor....- Masculló Eva entre jadeos.
Ottó se aproximo más aún a ella y, colocando las manos temblorosas sobre el sinuoso trasero de Eva, complació su deseo.

Estalló en un grito ahogado, y su cuerpo comenzó a moverse al compás del de Otto, el cual había agarrado todo el cabello escarlata que hubiera podido acertar a rescatar desde su posición, y lo agarró con fuerza, echando la cabeza de Eva hacia atrás, por la cual no cesaban de brotar gemidos y jadeos.
Las posaderas de Eva placaban la cadera de Otto con fuerza, el cual continuó sosteniendo sus llamas que se podrían haber llamado cabello si no hubieran sido del mismo color que el infierno.

Las gotas de sudor comenzaban a aflorar en la piel de ambos, y sus cuerpos se volvieron  figuras mojadas y calientes en una habitación fría como el hielo, El contraste de pasión, sensualidad, lujuria, y sexo que desprendían Otto y Eva conforme a la tristeza, la lástima, y el patetismo que presentaba el cuarto era abrumador.

De pronto, cuatro golpes tan secos como un arbusto en el desierto retumbaron a través de la madera, haciéndose sonar en toda la casa.

Los primeros cuatro golpes no fueron escuchados por Eva, la cual perpanecía sumida en un universo de placer a cuatro patas. Pero si por Otto, el cual ignoró por completo el hecho de que estuvieran llamando a la puerta.

De nuevo los golpes volvieron a sonar, esta vez mucho más fuertes, y una voz se hizo hueco a través de los gritos:

- ¡Abre de una puta vez, sé que estás ahí!.

El líbido de Eva descendió en picado a un nivel vertiginoso. Sus ojos se abrieron como platos, y cuando Otto le hubo soltado por el sobresalto y se hubo tornado en cuerpo y mirada hacia el pasillo de la entrada, Eva pudo pensar, sentada en el sofá: "Esa voz... es... es.... ¡!"

martes, 1 de noviembre de 2011

Traición a secas


No te echaré de menos. Al menos no ahora.


No puedo soportar más puñales en la espalda, no estoy hecho de acero, y la hoja de tu traición se clava hasta el alma, destrozando cualquier atisbo de razón que pudiera haber.


De sonrisas falsas se llenaban nuestras noches ¿eh? de comprensión etílica cuandola ebriedad te hacía llorar de pena amargado por tus amores. Lágrimas conjuntas que se agruparon en nuestros ojos al unísono y que amargáronse por las despedidas.
Y de saludos con abrazos que desembocaban en sonrisas, sonrisas venenosas. Pues no es más que ponzoña la sangre que recorre tu lengua. Morir envenenado sería una opción cuando la desesperación aprima, y sólo un valiente mordisco en la lengua haría falta para caer fulminado, mala lengua.


Y me quedo con tu despedida, con mi dolor, con tu traición, con tu falsa amistad. Con el doble techo que has construído en mi morada de reflexiones. Un desván oscuro lleno de libros viejos que sólo contaban historias dolorosas y que tú abriste al público menos indicado.



No voy a llorar por ti. No lo mereces.

Tampoco mereces estas palabras, pero qué menos después de 4 años de amistad.
Hasta siempre.



"Lo que no quieras que se sepa, no lo hagas".

miércoles, 26 de octubre de 2011

De guerra hablo


De sangre cruenta teñíanse manos. Y las balas arañan feroces la arena.
La hierba muere al paso de la primera línea de batalla. Un ojo abierto, metal que vuela, y uno menos.
Como una épica canción que suena como himno a la conquista. Una oda a la muerte, la cual miraba el escenario de guerra relamiéndose.

Y luchan por sobrevivir, olvidando causas políticas o monetarias. Usando sólamente su instinto más primitivo. Matar, matar, matar.

Y la artillería pesada se abre camino entre los sinuosos senderos de la discordia, y los miembros amputados comienzan a volar. La sangre a brotar. Las cabezas a rodar. Y los gritos de dolor y auxilio como arenga.
La sangre de sus hermanos mancha su rostro animal, el cual observa fíjamente a los ojos de sus víctimas, junto con sus compañeros, de aterradoras situaciones y de miserable cobardía.

Avanza, amigo mío, por la llanura del olvido, y recuerda que hoy vives por ti, por nadie más. Sólo por ti. Ni compañeros, ni amigos, ni familiares, ni vecinos, ni amor. En la guerra todo vale.

Sin piedad, arrasa con los cuerpos muertos y construye trincheras. Carta blanca para llevar a tu gloriosa ansia de poder hasta la anhelada victoria.

Mira a los ojos a cada víctima. Siente su dolor, posee su alma, y después hazle sufrir tanto que desee su propia muerte. Ten a bien concederle ese deseo.


 Ríete de la vida y rómpele el corazón a la muerte.


Rómpele el corazón antes de que te lo rompa ella a ti.

jueves, 20 de octubre de 2011

Eva (8)


Entre la oscuridad y el deseo no se podía apreciar apenas un ápice de color. Sólamente el cabello de Eva brillaba con la intensidad de un sol, dentro de las capacidades lumínicas del maltrecho salón.
La pelirroja se  colocó a horcajadas, vestida únicamente con sus calcetines negros hasta las rodillas, sobre Otto, el cual comenzó a respirar muy fuerte. Notaba su sexo siendo acariciado por el cuerpo de Eva, la cual había colocado sus manos sobre su pecho, haciéndole sentir a Otto más sometido a su sexualidad. El sofá comenzaba a resultarle demasiado cómodo.

Eva comenzó  besar el cuello de Otto, y este subió la mano derecha como una exhalación, y la colocó sobre el cuello de Eva, dejando su dedo pulgar en contacto con su delicada oreja, tapada por un látigo de pelo anaranjado.
Otto sintió una extraña sensación en los dedos. Notó como si la parte que estaba en contacto con el pelo de Eva ardiera como mil demonios. Sin llegar a quemar, pero mucho más caliente de lo que debería estar una cabeza... al menos humana.

Eva se elevó un poco sobre su propia cintura, y observó a Otto con la cara de la lascivia personificada. Sus manos de seda recorrieron el abdomen del chico hasta llegar a su entrepierna, y no pudo evitar soltar un leve gemido.
Sujetó con suavidad la vergüenza de Otto, y cuando hubo colocado su sexualidad sobre la suya, se sentó de repente sobre él.
Ottó cerró muy fuerte los ojos, y Eva soltó un grito agudo y entrecortado. Después agarró las manos de Otto y las condujo hacia sus caderas. Otto agarró con fuerza los 18 años de puro placer carnal que estaban sentado encima de él, y Eva subió las manos hasta los hombros de su "presa". Después comenzó a describir un movimiento digno de una bandera. Con suavidad, pero con lujuria. Las uñas de Otto comenzaban a clavarse en las caderas de la fémina, la cual sólo podía esbozar gemidos y jadeos, que se sincronizaban a veces con los de él.

Eva movió la cabeza bruscamente hacia la izquierda, y una espiral de azafrán surcó el aire describiendo una espiral. Y dejó su cabeza inclinada, observando el pecho de Otto, su cara de placer, y su frente perlada.
Otto comenzó a sentir un calor intenso centrado en un punto concreto de su brazo izquierdo, y bajó la vista: El pelo de Eva estaba en contacto con su extremidad y, realmente y a pesar de la ausencia de llamas, humo, o simple y llano peligro, ardía.

miércoles, 19 de octubre de 2011

+18


Y va otro año más. Otro año lleno de lágrimas y de risas, de caídas y de alzamientos, de tristeza y de alegría. Va otro año más de existencia que se evapora. Otro año menos.

Mucha gente dice que con 18 las cosas siguen como eran antes, pero yo creo que es por tocar la moral y llevar la contraria. Con 18 años todo cambia. Con 18 años puedo elegir presidente del gobierno, puedo alistarme en el ejército, puedo comprar drogas legales, y puedo ser dueño de mi mismo, en definitiva.

Y va como una oda hacia mi, como una especie de pared de ego impenetrable. Hoy es mi día,  un día feliz, coño, después de este año de mierda y de pesadez.

Es un cambio, una vida nueva. Puede parecer una tontería, pero sólo se cumplen 18 años una vez en la vida, y esta vez me toca a mi. Y ahora puedo decir que soy dueño de mis palabras, dueño de mis pasos, de mi cuerpo, y de mi mente. Ahora yo tengo el control sobre mi propia vida, y ahora soy yo el que tomas sus propias decisiones importntes. Ahora soy yo el que responde ante Daniel Montes Moreno, y ahora soy yo el que,en pleno uso de todas sus facultades físicas y mentales puede decir que es mayor de edad.

La lástima es que ya no seré ese "chaval que habla muy bien para la edad que tiene", ante lo que tantísimo he presumido. Y ya no podré ser ese "niño adelantado a su tiempo", por desgracia.
Me conformaré con ser un hombre "actual", al fin y al cabo.

Tomemos esto como un punto de inflexión entre la vida pasada, y el prometedor futuro que se me abre ahora delante de mis narices, y que espero, sepa aprovechar al máximo.
Gracias, mamá, por darme la vida, y gracias, familia, por haber hecho que pueda alcanzar la mayoría de edad.

" - Lo siento, sólo mayores de 18, chaval
- ¿Disculpa?
Y le entregué el DNI sacado de una cartera de cuero roída, sujetándolo con el dedo índice y el corazón. "

jueves, 13 de octubre de 2011


"En mi opinión, la música clásica es una maravilla. Esto no quiere decir que los aficionados seamos mejores personas, o mas cultas. La asociación de ser culto y escuchar música clásica dificulta que esta maravilla se extienda entre la gente, puesto que ser culto se asocia directamente con lo aburrido, gris.
Por lo tanto, a los que nos guste la música clásica tenemos la suerte de disfrutar de ella, pero no por ello no somos ni mejores ni superiores a los demás."


Este comentario lo rescaté de un vídeo de YouTube. No pude evitar abrir la boca y decir: Joder... Pero ¿Qué razón más absoluta es esta?
Y no he tenido más remedio que copiarlo y ponerlo aquí para compartirlo con vosotros.
Nada más que decir.

miércoles, 12 de octubre de 2011

A la mierda


A la mierda. ASí empiezo estas líneas. ¿Sólo dolor? Y una polla. A tomar por el culo. Sólamente insultos, y puede que mañana me arrepienta. pero ahora mismo mi mente es un cúmulo de sensaciones, de un mierda muy compacta que se endurece aún más sobre este sol asqueroso y bochornoso. Coño

¿Qué? Digo insultos, sí, ¿y?. No me jodas, como si fuera el único escritor que mete palabrotas en sus textos. Y si , me considero escritor. ¿Por qué? Porque sólo pienso en escribir, y estas líneas con un espejo, un jodido reflejo de lo que siento ahora... ¿no me quieres? Que te jodan. ¿No lucas por mi? Que te jodan. ¿No me aprecias? Que te jodan- ¿No ves todo lo que ha cambiado mi vida por ti? Pues que te vuelvan  a joder, maldita sea.

Borracho de sentimientos, y de dagas ensangrentadas en lo más profundo de mi alma. De puñales que no salen, de encuentros fortuítos ¿Hacer que me resbale? Y UNA POLLA.

Tú empezaste... ¿por qué no lo terminas? Disculpad, cocina y algo refrescante.
Listo. ¿No lo bastante bueno? Lásgate, me cago en Dios ¿A qué cojones esperas? Venga, vete, ostia puta. No preguntes. Ábre la puerta, lárgate, desaparece, como siempre... Sin rastro.... Y punto.

Joder y miles de verborreas que podría contar, y miles de palabras, y miles de letras, y miles de sentimientos, y miles de significados.... Y UNA PUTA MIERDA.

Buah, no sé ni lo que escribo. A la mierda

martes, 4 de octubre de 2011

Destrúyeteme


Un tren cargado de ilusión descarrila.


La luz se vuelve más oscura.


El ángel acaba de caer arrodillado. Las alas arrancadas.


En el tunel ya no se ve nada.


La brújula de la Rosa de los Vientos se ha desmagnetizado.


Cuántos corazones abrazados, repletos de sangre, sucios, caminando como muertos vivientes por un sendero empedrado. Picos afilados agujerean los pies del alma de cada uno de ellos, y sangran. Sangran aún más.

Y aún así, siguen cantando. Cantan y entonan tristeza, pero cantan, se ríen pero llorando cantan. Siguen cantando mientras lloran.

No sé, no sé. Hace un instante si, pero ahora no lo tengo tan claro, porque no tengo miedo. Me da igual, no se puede matar lo que ya está muerto. Y siguen desenfrenados ¿eh?. Ahora ríes.
No, ahora ya paso. Ya no quiero nada. ¡Nada!. Y grito, si quiero me pongo a sangrar por los ojos. Y si quiero, me desmayo. Y si quiero, me suicido. Me suicidaré tantas veces como quiera.




Amor.

lunes, 3 de octubre de 2011

Eva (7)


Entraron en casa con la fuerza de un huracán. Apenas había apartado su vista de la de Eva para conseguir encuadrar la cerradura con la llave.
La puerta hizo un ruido estruendoso cuando se abrió, chocando por el otro lado con la pared, y tirando un par de libros que descansaban sobre una estantería colocada hacia el centro del pasillo.
La puerta se vio cerrada por una patada, mientras Eva trataba de arrancar la camiseta oscura de Otto, la cual ceció con sólo un tirón.
Avanzaron besándose, jadeando y tambaleándose hacia la mitad del pasillo, torciendo después a la derecha para acabar cayendo en un sofá de tela con una funda amarilla bastante desagradable a la vista. Eva se colocó encima de Otto, el cual agarraba fuértemente sus caderas. Y mientras sus lenguas jugaban a los pequeños exploradores en la garganta de cada cual, se escuchaban sonidos de ropa haciéndose girones. Eva se había arrancado la camisa de lino que llevaba puesta, y un montón de botoncitos cayeron al suelo originando un sonido parecido al de mil cuentas derramándose por el suelo. Después consiguió despojarse del trozo de tela prácticamente inservible que una vez fue camisa.
El cuerpo de Eva, vivaz y fogoso como su cabello quedó en frente de Otto, semidesnudo y blanco como la leche.
El pelo enmarañado parecía un revoltijo de serpientes naranjas buscando alimento en su rostro. Con una sacudida de cabeza apartó el pelo que voló por el aire como una llamarada de fuego voraz para acabar, parte detrás de su espalda, y otra pequeña parte escurriéndole  por el hombro.
Ottó abrazó el cuerpo de Eva buscando un cierre traicionero, el cual, esta vez, se dejó desabrochar sin mayor complicación. La prenda cayó al suelo, y la turgencia y feminidad de Eva pudo observarse mientras apartaba a Otto de un empujón y colocaba las manos sobre su pecho. Notó como el vello pectoral del chico jugaba a las cosquillas con sus más pequeñas extremidades. Eva se acercó a Otto un poco más calmada, y pudo notar el aliento de ella en la oreja.

Eva pensó en decir algo, pero no le salían las palabras. Sólamente quería desenfreno y sexo. No podía pensar en otra cosa.
Se levantó del sofá, dejando a Otto libre para poder eliminar las prendas que quedaban y que tapaban sus piernas, y cuando se hubo desprendido de todo atisbo de ropa, extendió lévemente los brazos, y observó el cuerpo de Eva.

La chica pelirroja observaba sus propias caderas, mientras sus manos buscaban una cremallera que desabrocharía una minifalda no tan mini. Ésta cayó al suelo, dejando ver un escultural cuerpo adolescente, el cual se movía lentamente, mostrando unas caderas anchas pero proporcionales a la cintura. La cual si pudiera tener semejanza con un instrumento musical, este sería la Guitarra.
Cuando Eva sólamente tuvo como vestimenta unos calcetines altos de color negro, comenzó a avanzar hacia Otto mordiéndose el labio inferior, y dejando caer los párpados presa de su imaginación, y de lo que estaba por venir.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Quiero tantas cosas... Sólo dolor.


Quiero tantas cosas... sólo que ellas no saben lo que quieren.

Quisiera quedarme en la cama tumbado, esperando. Dejando que la vida pasara, a ver qué pasa. Y si quiere, que pase.
Pasaría sin pena ni gloria, sólo si quisiera, pero quiero, creo.
Creo que quiero tantas cosas que no doy abasto. Porque no quiero tanto dolor, quiero que pase.
Tantas cosas que se me pasan por la cabeza... Como una bola de hilo enmarañada en el cerebro. Millones de ebras envenenadas latiendo y desordenándome las ideas. Nada está claro, y no sé lo que quiero, pero quiero que pase, creo.
Qué labios ponzoñosos, qué ideas tan malvadas. ¿Por qué?. No quiero porqués, quiero poder pensar con claridad. Quiero tantísimas cosas... quisiera poder interpretar los sentimientos y las sensaciones como pensamientos, poder moldearlos. Sería todo tan fácil. Claro que no querríamos a la gente como la queremos, creo. Supongo, claro.

Cuánto dolor está latiendo ahora mismo en mi cerebro. Por dentro, y no me deja en paz. Cuando rompes un corazón, parte de ti muere con él, pero es inevitable , es la vida, esa puta odiosa. Esa maldita fémina sin piedad.
Ahora, mi conciencia me odia. mi moral se resiente, y mis ganas de vivir supuran, me miran, niegan con la cabeza, esbozan una mueca de asco y se dan media vuelta con la cabeza gacha y se largan con paso firme y con las manos en los bolsillos.
Quiero tantas cosas; quiero la felicidad, quiero un pasado mejor, quiero que no afecte a los sentimientos el pretérito. Quiero que la vida ponga a cada uno en su lugar, y que sea la propia vida la que castigue en vida. La muerte no es castigo, la muerte es descanso. Quiero ser feliz a toda costa, pero si el sentimiento de felicidad es querer morir, no quiero sufrimiento ajeno, por tanto, ¿A toda costa?.
Si de lágrimas de unos padres se tratara.
Cuán fácil resultaría un pasado mejor, y poder quere que nada volviera a ser como fue. Si, volviera a ser como fue.
Poder sentir el sufrimiento de un pasado con la rabia de tus propios errores, querer cambiar todo. Todo. Todo. Todo.
Escribo como si me fuera la vida en ello. ¡La vida! me gritan. Ya se fue con "ello", lo siento, letras, pero llegáis tarde. Escribo mirando a las paredes, mirando al techo buscando alguna erspuesta en algún recobeco donde no haya una mirada acusadora. ¿Ahora es cuando quieres escribir? Ahora es cuando estás sintiendo lo que escribes, pedazo de mierda. Ahora es cuando te das cuenta de lo que quieres.... Creo que no, creo que ya es tarde para darse cuenta de muchas cosas. Haberlo pensado antes, ahora ya es tarde.
Adelante, sigue, sabes que no estás pensando en lo que escribes, sólo fluye. Todo sale solo, como un manantial que deja caer su pureza elemental sobre la Madre Tierra. Ahora es cuando liberas tu alma y te das cuenta de lo que es tu vida. Misantropía furiosa. Ahora por tus venas sólo hay confusión y rabia.ç
¿Has terminado? Me acusas. O me acuso. Vamos, cuerme, ya no sabes ni lo que escribes, ya no sabes ni lo que piensas, ya no sabes ni lo que quieres pensar, ya no sabes nada. Y si no sabes, mejor cállate.
Mándales callar a tus demonios, vamos. Muérdete el labio inferior mientras sientes como tu poderosa verborrea se lanza contra la pared del Ego hasta dar de lleno con la esencia de lo que pretendes escribir. ¡Ahora lo siento!

....
....


Y sólo silencio en la mente... Con la misma bola de hilo enmarañada con forma de confusión... qué más da... total.... vas a salir perdiendo hagas lo que hagas.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sin título.

De todos modos eso es la vida.... Esperar y esperar sin saber que sólo queda una amarga decepcion al final, generalmente con sabor a triste alcohol. Y cantos desesperados sin poder llegar a ser música. Por favor, necesito música. Tal vez no la música así como se conoce. Algo de luz por favor, necesito claridad con la que pensar. Algo de luz con la que poder ver algo. ¡mis ojos! Joder, no sé por que queman si no hay fuego, sólo tristeza, vacío, frío, oscuridad.


Escribo y sólo hay lágrimas. Vamos mis niñas, ¿Por qué me traicionáis ahora? Maldita sea. Siempre habéis estado ahi. ¿qué coño os pasa? Joder, os quiero aqui. Aquí y ahora. Sois de mi propiedad. Yo os he creado, maldita sea. Yo os he dado un sentido, yo os hago valer algo, soy yo por el único por el que existis. Soy vuestro amo, vuestro dueño, vuestro señor, y exijo obediencia y presencia ¡Ahora! ...









...


















De acuerdo.... Ahora no sé cómo tomarme este silencio.






No sé si os odio o es que os amo demasiado

jueves, 22 de septiembre de 2011

Eva (anexo 1)


De: Roger Woods

Para: Eva Swall

Hola, Eva. Cuánto tiempo sin tener noticias tuyas.
Me agradó muchísimo tu carta, pero no tanto las noticias que había en ella. ¿Estás bien? Espero que si, aunque siendo sinceros, las cosas pintan mal ¿eh?.

No has roto un plato en tu vida, eso es bien sabido. No obstante también sabes que no eres tan inocente como tu dulce cara intenta hacerte aparentar. Eva ¿Cómo es posible? ¿Qué diablos tienes en la cabeza?
No he llamado a tus padres, porque a saber qué escándalo pueden montar, pero imagino que podrás entender que estén preocupados. Han llamado a la residencia y han preguntado por ti varias veces, todas sin respuesta claro. Tampoco queremos avisar a la policía de momento, ya que la anterior vez que desapareciste apenas pudieron hacer nada. Dónde te habrás metido...
Podrías haberlo concretado en la propia carta, pero imagino que nunca cambiarás, cabeza loca. Maldita cerilla descontrolada.

Eva, te envío esto a tu correo electrónico esperando y confiando en que si has tenido medios allá donde estés para poder escribirme, tendrás medios para poder acceder a Internet. O no sé... Ponte en contacto conmigo en cuanto puedas, y me cuentas con más detalle lo de ese tal Otto.

No te digo que no cometas locuras porque ya es demasiado tarde para ello, pero recuerda que cada uno es responsable de sus actos cuando tiene más de dieciocho años.
Piensa en los que te amamos queremos. ¿Vale?

Siempre tuyo, "Roc".

viernes, 16 de septiembre de 2011

Él es mi hermano.


Podría pasarme horas y horas escribiendo todo lo que siento por ti, pero ya lo sabes.
Podría pasar 17 años y muchos meses sin haberte dado un abrazo todavía, y saber que te quiero por encima de mi propia vida.

Podría decir miles de cosas bonitas, pero no serían más que paparruchas y fanfarronadas. Y aunque me cueste admitirlo: No, no puedo superar aquello que te escribí hace un año.
Puedo escribir cosas preciosas, naturalmente, pero jamás podrán parecerse un ápice ni a la décima parte de lo que siento por mi hermano.

No me salen las palabras, Carlos. Desde siempre, siempre, siempre has estado ahí.
Con lágrimas en los ojos puedo decir que estoy orgulloso de poder sacarte en cualquier conversación, de poder presumir de tenerte como hermano, de poder decir: oh ¿Véis ese grupo de percusión? El que está a la cabeza, y el que dirije la banda es mi hermano. O de saber que cuando se acerquen navidades, o mi cumpleaños, tú estarás ahí para acertar de pleno y sin que yo te dijera nada con cualquier cosa.
Orgulloso de tener en la habitación de al lado a un chico que sé que lo daría todo por mi, igual que yo lo daría todo por él, y que sé que aunque a veces haya típìcas broncas fraternales, nos queremos como un padre a un hijo, como un perro a su cachorrito, como un gorila a su bebé primate. Y siempre recordaré ese día que faltaste al trabajo sólo por mi, por mis miedos absurdos, y cuando no podía dar más de mi, y apenas tenia fuerzas para vivir incluso, aportaste luz a mi vida.

Y siempre resonará en mi cabeza esa frase que me dijiste cuando cierto abusón se metió conmigo: "Ah.. ¿Sí? Pues dile que tienes un hermano mayor, que si me quiere conocer". No puedes imaginar la tranquilidad y el desasosiego que sentí en ese instante.

No puedo darte nada más que estas líneas. Directamente del corazón a tus ojos.
El amor es el sentimiento más complicado que hay. Contra más complicación, más amor.
Creo, hermano, que ambos somos demasiado complicados.










Felices 25.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Eva (5)

CAPITULOS ANTERIORES:
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4

Otto, se sentó en la cama y observó el suelo mientras apoyaba los codos sobre las rodillas, y a su vez se sujetaba la cabeza colocando la palma de las manos sobre su frente, retirándose el pelo que se le deslizaba por la cara como un arroyo castaño.

Después, suspiró un par de veces, mientras los ojos de Eva se empañaban y su mirada caía perdida, como la pregunta que había hecho hacía nada, hacia las arrugadas sábanas de la cama.
Otto se levantó desnudo y avanzó hasta el cuarto de baño, sin tardar más de 2 minutos en volver, portando en una mano un espejo, y en otra una caja metálica no más grande que un puño.
Abrió la caja cuando hubo colocado el espejo encima de la cama, y vertió un polvo blanco encima de la superficie reflectante. Después, sacó de la misma caja un trozo rectangular de plástico el cual parecía una tarjeta de crédito, y formó una raya perfectamente alineada con ese polvo blanco, de consistencia muy parecida a la harina. Después arrastró el polvio sobrante de nuevo a la caja.
Eva volvió a levantar la mirada, y observó la cabeza de Otto moviéndose rápidamente de izquierda a derecha con un sonido muy desagradable.

- ¿Tampoco vas a hablarme de la ralla de coca que te acabas de meter? - Ni el registro tan grave que Eva escupió podría haberle hecho perder un ápice de dulzura.

Las palabras de la pelirroja resonaron en toda la habitación, y otto permanecía en la misma posición en la que se había quedado después de haber esnifado aquel polvo blanco.
Se quedó mirando a la nada durante unos minutos, y después cerró la cajita plateada, la colocó encima del espejo, y las dejó en el suelo.

Giró su cuerpo para observar el de Eva, y se acercó a ella. Introdujo en su boca una lengua con sabor a amarga ginebra aún. Eva intentó apartar la cara, pero había algo que le llamaba a él.
Su cabeza era ahora un cúmulo de sensaciones. ¿Qué estaba haciéndo allí? ¿Cómo había llegado a esa situación? ¿Por qué estaba besando la fétida boca de un drogadicto? y sobre todo... ¿Por qué sentía que quería estar con él pasara lo que pasara?

Eva se colocó de rodillas sobre la cama, sin dejar de besar la boca de Otto. Las sábanas se escurrieron acariciando el suave cuerpo adolescente de Eva y las paredes sintieron vergüenza de su desnudez.
Otto adelantó la mano izquierda, y sujetó la cara de Eva con dulzura, mientras sus lenguas jugaban traviesas y se humedecían los labios el uno al otro.

Mientras besaba, pensaba. Apenas sentía, porque no sabía bien que sentir, pues había experimentado varias primeras veces en un sólo día. La primera vez que hacía el amor con alguien. La primera vez que veía a alguien drogarse. La primera vez que besaba a un chico. La primera vez que se sentía tan sucia como una basura de varios días al sol.


Necesitaba poner su cabeza en orden.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Eva (4)


Sin poder remediarlo, Otto dijo:

- ¿Cómo te llamas?

La voz grave pero infantiloide de Otto llenó la habitación, y Eva se estremeció, y se dio cuenta en ese preciso instante de muchas cosas.
Había compartido un momento único en su vida con un desconocido. "¿Cómo te llamas?" pensó mientras se le llenaban los ojos de lágrimas. Su garganta comenzó a ennudecerse y su estómago comenzó a rugir; tenía hambre.

Los ojos se le abrieron como platos, y dejó de acariciar el pecho de Otto para incorporarse y retirarse un mechón de fuego de la cara.
Otto permaneció tumbado, con los brazos detrás de la cabeza, con su cuerpo torneado y desnudo, no tan blanco como el de Eva, pero sí con severas carencias solares.

Eva se sentó a su lado, utilizando su brazo izquierdo como punto de apoyo, y descansando sobre la cadera del mismo lado, con las piernas una encima de otra.

- ¿Soy la primera? - Perguntó Eva mirando las sábanas con los ojos empañados. El pelo había escapado de la espalda y dos mechones ardían por el reflejo de la luz que se filtraba por la ventana a cada lado de su cuello. El derecho tapándole más de lo que Otto hubiera querido, y el izquierdo congeniando con su hombro.

Otto miró el rostro apagado de Eva, y cómo su cabellera brillaba. Parecía como si de un momento a otro fuera a echar a arder. No sabía a qué había venido esa pregnta, y se puso un poco nervioso.
- ¿Cómo dices? - Preguntó Otto soltando una leve risilla.

Eva consiguió hacer más aguda su expresión, quitando tristeza y colocando seriedad. Otto pudo filtrar ese detalle antes de que eva dijera:

- No tiene gracia - Se hizo un silencio incómodo - ¿Vas a contestarme? - Dijo Eva por fin después de medio minuto.

martes, 30 de agosto de 2011

Eva (3)


De círculos potentes sobre su cintura, y un choque inevitable de cadera. Sus jadeos y sudores se intercambiaban así como otro tipo de fluídos de más desagradable descripción y tal vez tacto. Y sus
ojos fieros clavados en su cuerpo ondeándose cual bandera al viento sobre él.
Pensaba aún que era suya, pero las manos de Otto en la cintura inquieta de eva decían lo contrario.
Eva se sentó sobre él, y econtró la comodidad. Sus piernas se posaron a cada lado de las de Otto, y sus manos se juntaron, cuando Eva comenzó a dar pequeños saltos sobre su sexo, cabalgándole con la dulzura que una mente borracha podía albergar en ese momento. Las manos de Otto se alzaron hasta acabar detrás de su cabeza, con las de Eva encima, reduciendo las posibilidades de movimiento casi al mínimo, y no por fuerza, sino por la excitación y el deseo.

Los ojos del jóven se volvieron de color blanco enfermizo, y se sintió tocando las estrellas, aún siendo inmovilizado desde la cadera con el sexo de Eva, y desde las muñecas gracias a las manos delicadas y femeninas de la pelirroja.
Todos los músculos se tensaron hasta su máxima capacidad, mientras Eva continuaba su sensual movimiento, entre gemidos y gotitas de sudor que impactaban sobre el cuello y el pecho de Otto.
Los cristales de las ventanas comenzaron a empañarse. Las gotas de agua que resbalaban por el cristal dibujaban garras acuosas que apenas permitían vislumbrar la negra noche. Los gemidos se volvieron gritos, cuando Eva soltó las manos de Otto, y se incorporó, mostrándole su belleza adolescente, mientras sus amplios tirabuzones bailaban al ritmo del movimiento de su cuerpo.
Otto atravesó el aire como un rayo cno sus manos para agarrar las caderas de Eva con la fuerza justa para que pudiera seguir moviéndose, y ella, entre gritos y jadeos, arañaba el pecho de Otto, el cual esgrimió un pequeño grito de dolor mientras apretaba los dientes a causa de otro tipo de sensaciones, similares, pero diferentes.

Eva sintió como si su cuerpo flotara. Su mente se evadió por una milésima de segundo del universo real, y se deslizó a los brazos de un orgasmo tan potente como una supernova. Gritó, y un sonido gutural, pero tan sensual como unas caderas enfundadas en un vestido rojo, resonó en la habitación, y puede que en la calle.
Echó la cabeza hacia atrás, y no pudo evitar clavar las uñas en los pectorales curtidos de Otto, el cual, esta vez, no se quejó. El chico observó su lunar encima del ombligo, sus turgentes y perfilados senos, y sus caderas estilizadas apoyadas sobre las suyas, y no pudo evitar gemir de nuevo.

El pelo rojizo con destellos naranjas de Eva quedó varios centímetros separada de su espalda, como una cascada anaranjada que despedía un fulgor no propio de la penumbra que caracterizaba la habitación.

- Joder... - Pudo murmurar únicamente, mientras desmontaba del sexo de Otto, y aterrizaba con peso muerto sobre la cama, abrazando al desconocido con el que acababa de compartir su virginidad.

martes, 23 de agosto de 2011

Eva (2)


Eva quería buscar la noche. Hacía ya tiempo que había desistido en encontrarse a sí misma, así que decidió enfundarse en unos vaqueros ajustados y salir. Salir sola.
Una camiseta de tirantes de color negro, con una cremallera en el centro de la parte superior, dejaba entrever un escote peligroso. Además, con el entallado de la cintura, que realzaba sus sinuosas curvas, podía hacer juego con su propósito oscuro.
Se soltó el pelo delante del espejo, y los bucles tan grandes como olas de mar le rozaron los hombros y el pecho. Su melena carmesí se enmarañó un poco.
Se levantó y mirose a los ojos fíjamente. Observó su brillo interno y su verde casi negro, y se dijo: "Eres mía".
Y se equivocó.

Apareció cerca de las 3 de la mañana en un pub en la zona de fiesta de no se sabe muy bien qué ciudad, con casi 4 litros de alcohol en el cuerpo. Con los ojos llorosos, se tambaleaba sin recordar las horas anteriores.
Entró en un bar, y comenzó a bailar con nadie. Movía las caderas al ritmo de la música. Como si su cerebro se hubiera olvidado de todo el alcohol que tenía que asimilar su cuerpo, y hubiera una tregua etílica entre ellos.
Su cabellera pelirroja había decidido que colocarse una y otra vez delante de la cara de su dueña podría resultar, cuanto menos, sexy. De este modo Eva se olvidó del resto del mundo, y se fijó en ella. Continuaba bailando con el aire caliente y apelmazado de aquel garito repleto de jóvenes que miraban su cuerpo moviéndose. Bailaba tan ensimismada, que su excitación comenzó a crecer, y su cuerpo comenzó a hervir.
Seducía hasta a la perversión, la cual aariciaba su cuerpo con envidia. Un cuerpo cuasiperfecto enfundado en unos 18 demasiado apetecibles. Irresistible, se movía Eva.

Apareció a las 4 de la mañana en la puerta de un bloque de pisos, comiéndose a besos a alguien. En ese momento no importaba quién.

Su cuerpo se movía como por inhercia y por inhercia entró al portal, tratando de subir las escaleras, por las cuales tropezó cerca de 5 ó 6 veces hasta llegar a su destino.
Se vio en la habitación de alguien, el cual le agarraba por la cintura, y jugaba con su lengua como niños traviesos en un pueblo. Las manos de Eva trataban de buscar una bragueta, una hebilla, o un botón que poder soltar, mientras las de un desconocido acariciaban la cintura y el trasero de la pelirroja.
La temperatura volvió a subir, y comenzó a perlársele la frente tapada por su flequillo color del fuego. "Soy tuya". Y esta vez, no se equivocó.

viernes, 19 de agosto de 2011

Ella es Eva


Ella era Eva, un caramelo para los sentidos. Una bendición para la vista y el tacto de cualquier hombre. Unos 18 esculpidos por Dios, pero con manos de Diablo. De piel tan pura como el edén. Una dulce tentación era Eva, y un suspiro de terror cuando duele su ausencia. Una cabellera como el fuego, de bucles rizados hasta la espalda, que cubrían casi unos ojos de esmeraldas brillantes y húmedas, aposentadas sobre unos pómulos suaves y no muy marcados que dejaban paso a una naríz perfectamente proporcional. Cuando en la parte de abajo de su boca, un lunar asomaba pequeñito y tímido ante la humillación que pudiera producir estar ante unos labios tan sensuales.
 Con unas orejas casi de punta, pero acordes al tamaño de la cara que intentaban sobresalir entre dos mechones de pelo tan rojo como el sol en la sabana en un ocaso tan especial como Eva.

Su cuello, marcado pero muy fino, con otro lunar en la parte derecha, a unos 4 centímetros de la clavícula, la cual se marcaba muy ligeramente, dando paso a unos senos redondeados por algo superior, y haciéndo alarde del más esctricto significado de la palabra firmeza en una proporción de oro.
A sus lados, brazos enclenques, pero con esencia. Brazos de mujer, delicados y suaves, acababan en unas manos tan delicadas como la más finísima porcelana, con unos dedos largos tampoco demasiado delgados, pero inspirando fragilidad se dejaban caer.
Si también se pudiera afinar el cuerpo de una guitarra, tendría la forma de su cintura. Idónea en proporción, y perfecta en el tacto. De vientre plano y un ombligo hondísimo con otro lunar en la parte superior derecha conforme comienza.

Se apoyaba sobre unos cuartos traseros esculpidos en forma esférica, gluteos que incitaban a la lascivia, y un sensual movimiento que lo resaltaba aún más solía dibujarse a menudo en Eva. Sus caderas, cuya definición perféctamente errónea sería la de estrechas, podían provocar suspiros y jadeos. Un movimiento perfecto en su ejecución, una sensualidad digna de un súcubo que se materializaba circularmente a su alrededor.

Todo esto descansado sobre unas formas esbeltas pero no atléticas. Con la finura de la seda y la elegancia de una dama. Con las rodillas que, sin hoyuelos, se aparecían en mitad de las piernas de Eva, suaves y tersas, jóvenes y llenas de vida.

Eva solía no fijarse en su belleza por miedo a enamorarse. Tenía mucho amor que dar, pero tan inaccesible parecía que, asustada, a sus 18 descansa tranquila, maldiciendo su cuerpo.
Tan insegura como enamoradiza, y tan enamoradiza como bella. Su cuerpo tiembla a cada roce, y se vuelve lasciva a cada noche. Su cuerpo tiembla cada noche, pues la lascivia alimentan sus roces.

Ella es Eva, la niña de mis ojos, y mi conciencia.


lunes, 15 de agosto de 2011

Risas enlatadas


Dormía en una cama de 90, sin sábanas y sin ropa, entre montañas de cajas de pizza y latas de refresco se mecía lateralmente y abrió lentamente sus ojos enrojecidos. Ni "qué pasa" ni "qué hago aquí". Sus manos comenzaron a sudar, mientras se revolcaba y remoloneaba en la cama. De repente soltó una risilla malévola, y su espalda sufrio un escalofrío. Abrió los ojos de par en par, como buscando algo, y su pelo comenzó a deshacerse. Al menos su pelo tal y como lo conocía.

Los mechones negros de más de 10 centímetros de largo caían sobre la cama, mientras el desconcierto reinaba en su cabeza. Y continuó echándose las manos a la cabeza, sentado sobre el sucio colchón, arrancandose toda su cabellera, mechón a mechón, hasta que notó que ya apenas quedaba nada que arrancar. Asustado y con lágrimas en los ojos, enfiló la puerta de su habitación y corrió hacia el cuarto de baño. Encuanto fijó la mirada sobre sus propios ojos, no pudo evitar soltar un grito, el cual se convirtió en una carcajada malévola involuntariamente.
Una mata de pelo rojo había surgido de forma rizada y espontánea sobre su testa, sin ninguna explicación. Y otro escalofrío volvió a recorrer su cuerpo. Se rió de nuevo a carcajada limpia mientras un hormigueo desagradable le recorría la cara, y llegaba hasta la nariz. Cayó al suelo, entre convulsiones y risas, y alcanzó a palparse el rostro.
Observó con su tacto que de la cara le nacía directamente una pelotita del tamaño de un huevo, en lugar de su nariz. Continuó riendo en el suelo, hasta que consiguió levantarse y mirarse al espejo, todavía con la falsa felicidad dibujada en la cara, tratando de tapar su angustia.
Observó un rostro maquillado, con una nariz roja enorme y esférica que nacía directamente de la cara. Dos redondeles inmensamente grandes en las comisuras de los labios de color carmesí muy parecido al de la naríz, y un antifaz negro dibujado en el contorno de los ojos.
Rápidamente y repleto de terror se palpó el rostro, no sin antes mojer sus manos en agua para después comenzar a frotar.
Observó con gran pesar que el maquillaje seguía adherido a su rostro, y lejos de echarse a llorar, comenzó a reír.
Trató de salir corriendo, pero se tropezó por cupa de unos zapatones del tamaño de dos barras de pan que habían aparecido debajo de sus pies, de color amarillo chillón. La angustia y las ganas de llorar recorrían su cuerpo a una velocidad vertiginosa. Casi la misma a la que su corazón latía. Y salió de casa escopeteado como un fotón de luz.
Cuando hubo salido, miro al cielo cubierto de estrellas. Podía verlasa pesar de la contaminación lumínica, y se echó a reír otra vez. Una carcajada que resultaba inquietante y divertida a la vez, y echó a correr calle abajo, riendo sin parar. Con la calle desierta, y las voces de un payaso atormentando al silencio, acababa la noche, y a punto de despertar, siguió riendo.

sábado, 13 de agosto de 2011

Ahora ya sé (Parte 2)

(Ahora ya sé (Parte 1) http://ejercitodepalabras.blogspot.com/2010/07/ahora-ya-se.html)

Ahora ya sé que hay gente más importante que yo, y no sólo para el mundo, sino para mi vida.
Ahora ya sé que las cosas nunca, jamás son lo que parecen.
Ahora ya sé que, aún estando dolido, hay risas que resuenan en mi cabeza, pero que no son mías. Ni de nadie
Ahora ya sé que cualquier persona puede ser el diablo, aunque pudiera parecer un ángel.
Ahora ya sé que, detrás de esos "tengo que irme" había otra persona esperando.
Ahora ya sé que esos tres minutos con una persona amada corresponden más de una hora con una persona non grata para mi, pero deseada para mi vida.
Ahora ya sé que la luz al final del tunel no era una salvación, sino un espejismo.
Ahora ya sé que se puede llorar de tristeza a la vez que se ríe de alegría.
Ahora ya sé que la traición no consigue, sino el odio alimentar.
Ahora ya sé que la impureza del amor se compensa con una sucia mentira.
Ahora ya sé que a los seres humanos, no hay que darles jamás la confianza que te darías a ti mismo.
Ahora ya sé que él tenía más hueco que yo en tu corazón.
Ahora ya sé que en la noche no sólo existía yo.
Ahora ya sé que puedo sentirme dolido. Nunca fue nadie tan audaz, escondiendo la verdad de su fin. Más audacia tal vez, pero ignorante por mi. Qué idiota pude llegar a ser.
Ahora ya sé que no sólo somos dos.
Ahora ya sé que nuestros corazones se separan descosiendo sus uniones de sangre, y dejan de latir.
Ahora ya sé que esa ilusión a tantos kilómetros sólo fue una ilusión. Nada más.
Ahora sé que por bandera llevaba la mentira, y la alimentaba con una traición.

¿Cómo se pretende amar ciegamente? ¿Cómo se pretende disfrazar tanto una actitud? ¿Cómo es posible traicionar tan vilmente a un amor tan grande? ¿Cómo es posible?

Pregunto sabiendo las respuestas, pero sabiendo que nadie va a decírmelas aunque las sepa.
Me siento triste.
Me siento traicionado.
Me siento dolido.
Me siento amargado.
Me siento... no sé ni cómo me siento.
Al menos, ahora ya sé que me siento "algo".

sábado, 30 de julio de 2011

Eva

Otto alargó el brazo hasta la mesilla de noche, y encendió un cigarillo. El humo comenzó a llenar la habitación decorada únicamente por una ventana dibujada en una de sus paredes, justo en frente de la ventana real, que daba a un patio interior bastante mal iluminado.

Eva ladeó su cuerpo desnudo para abrazar el de Otto, colocando su mano derecha sobre su pecho a la par que acurrucaba la otra como llevándola a sus adentros. Su pierna derecha cubrió la de su compañero de cama, el cual expulsó de sus pulmones una bocanada de humo.

Otto sintió el cuerpo de eva. Sus pechos, de considerable tamaño, se juntaban con el torso de su pareja, la cual acariciaba su hombro con la sensibilidad de un ángel. El erotismo comenzó a fluír por su cuerpo, y Otto tuvo que ladearse un poco para apartar la pierna de Eva suavemente con el fin de disimular un poco la erección. Después, dejó el cigarrillo en el cenizero de la cómoda, y soltó otro escupitajo etéreo de humo.

- ¿Qué ocurre? - Dijo Eva - Llevas todo el rato callado.

Otto se ladeó aún más, no sólo porque su sexo hubiera tomado más volumen, sino para evitar el tener que contestar. Odiaba las preguntas incómodas, y un "¿Qué ocurre?" lo es. O al menos lo era en ese instante.
Eva preguntó de nuevo, mientras Otto giraba muy lentamente su cuerpo, y mantenía la mirada fija en el techo de la habitación, observando los diversos desconchones a causa de la humedad, mientras eva continuaba arrimando sus sinuosas curvas y su piel blanca como el olvido se adhería a la de Otto, acentuando aún más su excitación.

Sus partes pudendas entraron en contacto sin remedio, y ambos dieron un respingo. Eva sonrió, a diferencia de Otto que se mantenía en la misma posición que antes, habiendo cerrado los ojos, sin embargo, motivo del cosquilleo que le recorría la espalda al notar la lengua húmeda y suave de Eva jugando con su cuello. Sus dientes arañaban de forma cariñosa la piel de Otto, al cual se le estaba empezando a poner la carne de gallina, y el vello se erizó hasta el punto de notar todos los poros de su piel, como géiseres ardiendo por dentro. Los labios, los dientes, y la lengua de Eva eran, en conjunción, un bombón irresistible para el paladar del tacto sensible de la unión entre cuerpo y mente de Otto, el cual comenzó a notar la suavidad y el fino tacto de unas manos jóvenes sobre su sexo.

No pudiéndolo controlar más, Otto habló:

jueves, 28 de julio de 2011

Visualiza

Como un águila, visualiza.

Seguro, paciente, como un halcón. Constante y perseverante, fijo en tu objetivo, espera.

Salta ahora, que el viento luche contra tu cuerpo en una acometida violenta por la libertad. Tu músculos en tensión. Chirrían los dientes.
Los pies ardiendo, y tu frente perlada por el sudor. Tu cuerpo empapado y lleno de rabia a punto de explotar. Pero aún así, paciente.
Como un simio, ágil y veloz, pero inteligente y esbelto. ¡Más alto, más rápido, más fuerte!

¡Shhhh! (Se llevó el dedo índice a los labios, mirando hacia un lado y a otro).

Recuerda: Como un águila, visualiza. Corta el aire con tus potentes piernas, y después arrampla contra el suelo ofreciéndole tu cuerpo a Gaia.
No lo olvides: Seguro y paciente, como un halcón. Insiste.
Ágil y rápido. Como un primate que aún le queda toda la vida por explorar.
Siente como tus pulmones comienzan a sangrar fuego. Vamos. Ahora es el momento, ahora que sientes como las entrañas te arden, y como tu boca se llena de saliva, pero tu garganta se mantiene tan seca como un desierto rocoso agrietado por el Astro Rey.


Ahora, vamos. Como un águila, visualiza, rebosante de energía, salta, surca los cielos. Tu parcela de poder. Y vuela. Como un halcón, consciente de ti mismo, pero sincronizado con tu entorno.
¡Ahora, vamos! ¡Ahora lo tienes. Todos tus músculos en tensión, el cuerpo te arde! ¡Todo es tuyo, todo te pertenece! ¡Tus manos en llamas, y tu cerebro trabaja al ciento diez por ciento! ¡Reflejos de acero! ¡¡Cuidado!!. ¡Vamos, continúa! ¡Ya es tuyo, ágil, potente, rápido, fuerte, inteligente, seguro, paciente! Tu momento, tu cuerpo, tu mente, juntos. ¡¡Tu vida!!. ¡¡Espera!!


Visualiza...

sábado, 23 de julio de 2011

Gato callejero.

Un gato se deslizaba cual fantasma por las desconchadas calzadas y poco embreadas carreteras de un callejón. De color blanco, ennegrecido por el paso del tiempo y la mendicidad, intenta buscar un bocado para sobrevivir otra noche.
Con el estómago rugiendo con la furia de un león, alza su gualda mirada felina, y con una sonrisa ensangrentada debido a la carroña que le hace sobrevivir, implora al cielo piedad entre maullos y auxilios.



¿Y ahora qué?¿Ahora quién? Busca tu gata maltratada por el tiempo, también. Busca tus sueños, gato callejero. Recuerda esos días en los que tu amo y ponía un cuenco de comida y otro con leche fresca para alimentarte, y no tenías que mendigar cadáveres de pájaros o ratas con el cuerpo hecho trizas gracias a un coche o un niño de barrio.
Busca la lengua áspera y húmeda que un día lamía a tu amada, y que ahora lame tus heridas lacerantes por una vida de infortunios. Esa lengua que te hace no poder gritar de dolor cada noche que pasas fuera de tu hogar, junto a tu amo.

Obedece tus propios deseos, porque sabes que quieres escribir, y cuesta. Cuesta muchísimo.



Observo el papel en blanco como un gato callejero la ventana iluminada donde mora su amo. ¿Quién pierde; el gato, o el amo? Quién sabe.

jueves, 14 de julio de 2011

Cierra la boca.

Abre la puerta y deja que la luz te ciegue. Cógelo todo, idiota, y ponte a autodestruirte.

Pronto, muy pronto observarás los cambios, verás cómo te deterioras, cómo caducas, cómo te echas a perder de una manera abominable. ¿Sabes qué es lo que necesitas? Disciplina, fuerza de voluntad, y valor.
Adelante, sigue cargándote tu propio ser, pues poco tardarás en comenzar a pudrirte por dentro. Sigue trasnochando para hacer lo que tu cerebro sabe que no debe. Sigue levantándote en mitad de la oscuridad para devorar tu futuro.

Mírate al espejo. Después imagínate dentro de un par de años. Claro... Lágrimas. No te gusta ¿Verdad? Pues cósete la boca de una maldita vez y deja de lamentarte. ¿Así pretendes conseguir tus objetivos? Sentado en una silla, esgrimiendo sentimientos como cuchillos matando la ansiedad sobre el papel mojado en lágrimas.

Apenas sabes describirlo con palabras. Mírate, no te esfuerces, ya no eres el que eras, y jamás podrás volver a serlo. A no ser que empieces de cero, que te encierres en tu capilla y sufras. A no ser que tu piel llore cada día y que tu frente perlada observe el destino que te aguarda y te obligue a reflexionar. A no ser que tus extremidades acaben cada día fatigadas rogando descanso. A no ser que esos ojos dejen de ser fuente para fruncirse y ser furia. ¡Corre!


Cierra la boca de una vez. Para todo.

lunes, 11 de julio de 2011

La ventana.

Jamás me he mudado del sitio donde vivo. Mi barrio siempre ha sido el más tranquilo de toda la ciudad, e incluso me atrevería a afirmar que es el barrio más tranquilo de todo el país.
Es el típico barrio en el que nunca pasa nada. La gente vive feliz, levantándose a las 6 de la mañana para que a su familia no le falte un plato de comida en la mesa. Un barrio corriente y moliente, el cual arrastra los mismos vecinos desde hace décadas. Si, jamás ha venido gente nueva a ocupar ningún piso. Cosa bastante extraña, dado que, según mi información, había pisos vacíos en todos los bloques. Lo sabía porque la placa del nombre de los timbres correspondientes a los pisos vacíos estaba rallada con algún objeto punzante hasta la saciedad desde que tengo uso de razón, como si fueran pisos abandonados. Hasta el punto de lograr la imposibilidad de discernir cualquier tipo de letra o número en ellas.
Es por eso el extraño de este relato.
Vivo en un tercer piso, y tengo otro bloque con otras tres plantas justo en frente de mi ventana, desde donde se ven otras 16 ventanas todas pertenecientes al tercer piso del bloque de en frente.
Siempre que me levantaba, abría mi ventana y observaba la fachada de enfrente. Las ventanas estaban colocadas de forma simétrica y equidistante, pero había algo raro en la ventana situada en paralelo a la mía, una ventana traslúcida.
Cada día, siempre, sobre las seis de la tarde, una silueta siniestra ocupaba su contorno, cada día con una vestimenta distinta, y aguardaba ahí, sin moverse, impasible, horas y horas hasta caer la noche. Como nunca me había preocupado demasiado por aquel suceso, jamás me interesé en averiguar cual podría ser la causa. Observaba la silueta desde que tenía uso de razón, pero crecí, y comenzé a verlo extraño.
Me asomé a la ventana sobre las once de la noche, con la calle desierta y sin más acompañamiento sonoro que el silencio, y allí estaba la silueta. No tenía ojos, o al menos no se le distinguían entre su macabra sombra humanoide, pero sabía que me estaba mirando, y un escalofría recorrió mi espalda. Todo el vello del cuerpo se me herizó, y un terror inmenso me paralizó el rostro. No había observado nada que pudiera llamar mi atención, y de hecho la sensación de miedo tan intensa que había sentido se disipó de mi cuerpo como una entelequia. Una de las sensaciones más extrañas que había sentido en mi vida.
Saqué medio cuerpo por la ventana, y miré al suelo, para levantar la mirada instantáneamente y observar la ventana, y un grito ahogado brotó desde lo más profundo de mi ser al comprobar, aterrado, que en una fracción de segundo, la silueta había desaparecido.
Me metí rápidamente en casa, cerré la ventana de un golpe, y una lágrima del tamaño de una uña saltó desde mis ojos, derrapando por la mejilla temblorosa hasta la barbilla, donde se descolgó tímidamente hasta tocar el frío suelo de mi habitación, sin poder ennegrecer la mirada con los párpados. "Pero .. ¿Cómo es posible? No... no he tardado ni una milésima de segundo en apartar la mirada y volver a fijarla en la ventana...". Sentí cómo moría de miedo al comprobar cómo la silueta se había desvanecido prácticamente delante de mis ojos.
"Imaginaciones tuyas.... sólo imaginaciones tuyas...." Pensé mientras me acurrucaba en el suelo, paralizado por el miedo ante tamaño sobresalto.



Me desperté hecho un ovillo entre pelusas y zapatillas, y mi corazón latía a un ritmo desenfrenado.
Rápidamente, me vestí con lo primero que encontré encima de la cama, así como en la silla del escritorio, y bajé a la calle.
El sol pegaba con bastante fuerza, y se podía observar una ondulada nube etérea brotar del suelo al final de la carretera. Y por la árida calle, avancé hasta el bloque de en frente, recorriendo con la vista los portales con sus números, buscando tachones.
"Por favor, no, por favor, no, por favor no..." pensé.
Mi rostro comenzó a humedecerse de nuevo al observar la chapa y el timbre del bloque de enfrente.

martes, 5 de julio de 2011

Las apariencias engañan (Parte 3)

Encendí el televisor y observé el debate que tenían montado.

- ¿Cierto es, Doña María Belén, que el ámbito de profesión de amor carnal por parte suya así como de su marido, si lo hubiere, concierne únicamente a la intimidad dentro de su morada?

- He de contestar, aún a riesgo de parecer mal educada, que me considero una dama, y en asuntos de caballeros y alcobas, las damas no tenemos memoria.

- Oh, pero si me permite la discrepancia... Las fuentes, tan fieles a nuestra cadena y sorprendentemente ágiles así como empíricamente veraces afirman que, al pertenecer al entretenimiento televisivo, carece usted del derecho a la intimidad.

- Correcto, no obstante y a riesgo de parecer descortés, las actividades ludico-coitales que pudiera llevar a cabo dentro de mi vivienda únicamente hacen como responsable a una personalidad, y es la que yo ostento, tanto como personaje, como persona, y como imagen. ¿Comprende el mensaje que trato de hacerle llegar?

- Si, pardiez. Dios está por testigo del respeto que siempre hemos manifestado hacia su merced. Pero la prensa sólo hace su trabajo, y no cesarán en la búsqueda de la información a base del importunio correspondiente. A no ser, o so pena, que nos done sus conocimientos que de primera mano conoce.

- Podría hacerlo, naturalmente. De hecho, he de manifestar mi conformidad con el halago con el que acaba de obsequiarme. No dudo de su capacidad para la obtención de información, pero he de recordarle a usted, y a todos los presentes (los cuales parecen haber olvidado el tema del cual tratamos) que este programa tiene como única finalidad el entretenimiento del pueblo llano. Y no considero fuente de ocio el hecho de que mis conyugales sean públicamente reconocidas, e inclusive narradas ¿Comprende el mensaje que trato de hacerle llegar?
Es más. Fuentes tan fidedignas como las suyas, han corroborado mis sospechas de que en este programa del cual tanto presume de presentar, ha sacado imágenes a la luz de momentos ínimos y familiares, donde aparece una servidora alimentando a su primogénita directa. Agradecería una disculpa, así como que jamás se volviera a repetir tamaño insulto dirigido tanto a mi personalidad, como a la personalidad de mi familia. ¿Es posible? Siéntome indignada. ¡Albricias! ¿Comprende el mensaje que trato hacerle llegar?

Sin decir una sola palabra, apagué la televisión, y me quedé mirándola apagada, con los ojos como platos, y con la boca abierta. Sólo conseguí que se me escaparan un par de pensamientos en voz alta.

- Pero.... ¿Cómo..?

Seguía sin salir de mi asombro. ¿Esa era Belén...? ¿En serio?


- ¿Cómo han podido cambiar de esa forma los programas del corazón?

domingo, 3 de julio de 2011

Promesas ebrias

"ESTE TEXTO HA SIDO RETIRADO POR HABER INVOLUCIONADO HASTA LLEGAR A LOS TIEMPOS FRANQUISTAS, DONDE LOS ESCRITORES NO PODÍAN EXPRESAR SUS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES LIBREMENTE SIN TEMOR A REPRESALIAS. SI DESEAN LEER EL SUSODICHO TEXTO NO TIENEN MÁS QUE CONTACTAR CONMIGO Y PODRÉ HACÉRSELO LLEGAR DE FORMA PRIVADA. PIDO MIL DISCULPAS A TODOS."


NOTA: Si lo desean, adjunto un texto que ya escribí hace algún tiempo para que se hagan una idea aproximada de la situación que padezco. http://ejercitodepalabras.blogspot.com/2011/03/nadie-ni-siquiera-alguien.html

miércoles, 29 de junio de 2011

Antes de que ocurra.

El otro día (bueno, hace ya unos meses) se me ocurrió una idea.
Por supuesto, no pienso que sólo se me haya ocurrido a mi, seguramente mucha otra gente ya la tenía en la cabeza incluso antes de que yo naciera.


La cuestión es.... ¿No estaría genial poder olvidar los recuerdos, antes incluso de poder llegar a recordarlos? Es decir: Poder olvidar algo incluso antes de que ocurra.
Tú sabes que ocurrirá algo malo, y obviamente no te gustaría quedarte con es recuerdo en la memoria, así que decides olvidarlo antes de que ocurra. Creo que me explico.


Es como en esas conversaciones absurdas de MSN del tipo: "¿te digo una cosa?" "Vale, dime" "Blablablabla" "¿Qué?" "Nada, olvídalo". ¡Exácto! A eso me refiero. ¿Cómo lo va a olvidar si ni siquiera sabe de qué se trata? Pues esa es la idea. Tal vez ese recuerdo hubiera podido nublar tu mente, o traerte malos recuerdos, malas experiencias. Tal vez olvidar a alguien que jamás debiste haber conocido antes de conocerle. No es el hecho de evitar la situación para que no exista la experiencia, sino que la experiencia se lleve a cabo, pero ya con el recuerdo olvidado de antes de que ocurra.
Tú experimentas esa experiencia, pero como si no la experimentaras. Es decir: Está en tu vida, pero no en tu memoria. Olvidar el recuerdo antes de poder recordarlo. Bonito, ¿No? Tal vez filosófico-poético.


Os juro por mi vida que me encantaría ofreceros un texto más largo, pero la idea es esa. No podría explayarme más aunque quisiera.

De todos modos estoy preparando un texto que creo que será muy interesante. Está tardando tanto porque es un tema algo dificil y necesito meter historias dentro de la historia principal y bueno... Creo que haré como con "Torturas Nazis" (que por cierto, el 6º capítulo ya está en marcha) y haré partes para que no de tanta pereza leerlo.

¡Mil gracias por leerme, a todos y cada uno de vosotros!

lunes, 27 de junio de 2011

Recuerdo Borroso

Algo casi muerto se zambullía en un universo limitado de burbujas. El ocaso hacía frente a la Tierra, y un padre esperaba sentado en un banco pgado a una pared. Gafas de sol en la mirada, y un niño infeliz, inocente, sin maldad pero con odio se preguntaba por qué.
Se evaporaban los sueño a la par que el agua. Todavía no era consciente de lo que se le venía encima. No sabía que aquel experimento que el mundo hacía con él se convertiría en la cruda realidad en unos cuantos años, pero ahora se da cuenta.

Eran grupos de gente. Si huberan sido conscientes de lo que tenían delante, jamás hubieran podido actuar con tan poco escrúpulo, solo dolor se dibujaba en su sonrisa forzada que su padre observaba con aburrimiento perpetuo.

¡Aquí estoy, aquí estoy! Claro, ahí estabas. ¿Quién se había molestado en observar si realmente estabas ahí? Tuvo que gritarlo para que alguien se percatara, para que alguien lo oyera. No hay nada que hacer, no  hay nada que hacer.


Abandónate. Tú mismo. Vive o muere, pero decide ya.
No se puede vivir con miedo.

viernes, 24 de junio de 2011

Psicología Invertida

Es como decir. Y ahora.. ¿Qué? ¿No?
No sé, una especie de vacío interior, como si faltara algo importante. Miro el móvil... Correcto las 16:51 horas. Llamadas recibidas: 0, Mensajes recibidos: 0. Bueno, no importa.

Lo pienso, pero no consigo acertar qué estoy pensando realmente, es como una especia de psicología de forma invertida. Ojo, no psicología inversa, sino psicología invertida. Y no me refiero a la fuerza bruta, o a la estupidez, eso sería la ausencia de psicología. No.
Me refiero a psicología invertida. Una especie de "sé que hay algo por hacer, pero no lo hago, y punto". No es que sea importante, pero falta algo, y ese algo es determinante para otro algo, que tampoco sé lo que es, pero estoy seguro de que si lo descubro, podría ponerle solución.

Reviso todos mis pensamientos, pero nada, no está. No encuentro nada en este desorden que tengo por cabeza. ¿Quién me mandaría a mi? Lo que sea, ¿qué más da?
No sé, tampoco pretendía escribir nada con coherencia. Al fin y al cabo llevo unos días con una idea para un relato rondándome la cabeza, pero no me decido a escribirla. Paso mucho tiempo delante del ordenador pensando, reflexionando, escuchando las voces diabólicas de los niños que juegan abajo de mi casa, pero no sale. Tal vez es porque la idea es demasiado extensa y me da demasiada pereza comenzar a a escribirla.
No es culpa mía (creo). Supongo que cuando un escritor se bloquea no hay nada que hacer. Sólo esperar. Y desde luego lo que no hay que hacer nunca es escribir por la fuerza, obligarse a si mismo a escribir. Eso sería como autoesclavizarse. ¿No? No lo veo justo. Escribir es un arte, y se supone que tiene que salir, no se tiene que convertir en una tarea, sino en un hobby.

Tal vez esto lo suba al blog. Sí, creo que voy a subirlo al blog. No por que quiera actualizar ya porque el número de visitas ha bajado considerablemente desde hace unos días, sino porque no tengo otra cosa mejor que hacer. Que en teoría ese iba a ser el tema de este texto, o al menos lo era cuando me he puesto a escribir.
Soy muy raro (menuda novedad), pero a veces pisno: ¿Es normal tanta peculiaridad? Creo que poseo una especie de TOC, pero invertido, como lo de la psicología, pero en TOC. Si no hago determinadas cosas al cabo del día, no me quedo tranquilo. Vale, sé que no es un TOC, porque no es un impulso irrefrenable, pero no descanso a gusto. Necesito tocar la gutiarra un buen rato, entrenarme otro rato, y escribir. Si no hago las tres cosas en un mismo día pienso: ¿Por qué? Se supone que esas tres cosas son mi vida. También me gustría incluír a las personas en mi vida, pero es que ya me están empezando a dar demasiado asco.
Y hablo del asco sobre las personas. Hace un tiempo, escribí una serie de relatos llamados "Misantropía (1, 2, y 3, más un par de anexos)" y la verdad es que ahora siento que me he quedado corto, porque podría haberme cebado mucho más. Supongo que podría escribir sobre las personas, y sobre lo malas, malísimas que son, y bla bla bla, pero ahora no me apetece, pese a que no tenga otra cosa mejor que hacer. Ahora mismo se me acaba de pasar por la cabeza el ponerme a escribir la idea que estaba pensando escribir hace ya unos días, pero mejor no, la verdad es que no me apetece. Ahora me apetece escribir en forma de desahogo y si, lo voy a subir al blog. ¿Por qué? pues porque me gusta que me lean, y lo reconozco.No quiero ser como esas niñatas que se hacen un blog con la bandera londinense y suben fotos suyas con gafas enormes y con retoques de luz en las fotos en cuestión que dicen eso de "yo escribo para desahogarme, me da igual si no me lee nadie". Ahora yo pregunto ¿Hay alguien que,de verdad, se crea eso? En serio. Me pregunto si habrá alguien que lea el blog de estas muchachas y piense: "Pobre, necesita desahogarse. ¡Ánimo chica!". No lo creo.
Todos los que subimos trabajos a Internet es para que nos lean, creo que eso es obvio. Si fuera como desahogo, lo escribiríamos y lo dejaríamos olvidado en un rincón de nuestro ordenador o carpeta esperando a ser releído por la misma persona una y otra vez para aclarar ideas y poder pensar con más claridad al día siguiente.

Creo que voy a dejar de escribir para tumbarme en la cama. Tal vez toque un poco la guitarra. El caso es que, si no me llama nadie, no pienso salir. Estoy harto de preguntar para dar una vuelta a más de 15 personas distintas y que todas me pongan excusas.

lunes, 20 de junio de 2011

Ejército de palabras

En forma de espiral, se cuelan en mi cerebro como un haz de luz. Están ahí, puedo sentirlas, como una presión que se acomoda en mi pecho, y quieren salir. Las letras me llaman y me piden que las plasme en el papel para seguir creando, pero no sé hasta qué punto esto es bueno o malo.
Ahí afuera sólo hay enemigos. Viven de tal modo, se manejan de tal forma, o visten, incluso, de una determinada manera, precisamente para no gustarme. ¿A mí en concreto? Naturalmente que no, sino al resto del mundo.
Ahí fuera sólo hay ojos críticos, que tratarán de pisotearme todo lo posible, pero la verdad es que eso ya no me importa.
Lo cierto es que www.ejercitodepalabras.blogspot.com ha crecido mucho más de lo que me esperaba en un par de meses, y comienza a ser más serio. Las letras son mi vida. Se puede decir que vivo por, y para la escritura, y son las únicas amigas que sé que estarán ahí pase lo que pase. Puede morir toda mi familia, que las letras siempre estarán ahí, ofrecíendome su hombro etéreo para descargar mi llanto sobre ellas. Puedo ser odiado por el resto de la humanidad, que siempre estarán ahí para mandarles a todos a freír un paragüas.
Maldita sea. Es que, ahora que lo pienso, las letras son las únicas que me  han dado un apoyo verdadero en toda mi vida en las situaciones más difíciles (que se excluyan de este grupo los aludidos).
Siempre deseo escribir. Salgo a la calle buscando inspiración, buscando historias, pero ya no es como antes. Hace tiempo, salía a la calle, y volvía a casa en dos horas con miles de textos en la cabeza por escribir, e innumerables ansias de comenzar a redactarlos, y disfrutar haciéndolo, cómo no. Ahora, miro el mundo desde otra perspectiva, y tal vez lo único que saque son unas cuantas ideas. Puede que ahora las ideas estén más trabajadas y más centradas en un tema, sin excursus, pero ya no hay una avalancha de pensamientos apelotonándose contra mi cráneo intentando salir.

Muchos me critican, pensando que ofenden, y la verdad es que eso me halaga, porque incluso han llegado a declararme su odio. Al fin y al cabo, si te odian, les importas. Así que muchas gracias a los que se molestan en, al menos, sentir algo por mi. Vuestro odio me da la vida.

De todos modos, ellos son unos cuantos, tienen sus propias armas, tienen la violencia, la tortura psicológica, las amenazas, y el chantaje. Pero yo tengo todo un ejército armado con la más poderosa de las armas. Un ejército de palabras.

domingo, 19 de junio de 2011

Así acaba la noche.

La pelea comenzó a eso de las 2 de la madrugada. Tampoco era muy tarde, pero estaba seguro de que esa noche ocurriría algo. Estaba cantado, por otra parte.
A la salida de la discoteca, aguardábamos con los brazos cruzados mis colegas y yo, sin esperarnos nada en absoluto, cuando de repente, dos personas comenzaron a intercambiar leves golpes la una contra la otra. Sólo vi de espaldas a una chica de muy buen ver, con una camisa a cuadros, el pelo rizado pero muy largo, de color castaño estándar, tal vez con tonalidades rubias, unos vaqueros y tacones no muy altos.
La otra chica llevaba un vestido azúl muy claro, con detalles negros, y unas mallas muy ajustadas, acabadas también en unos tacones de aguja bastante grandes.

Resultaron ser dos mujeres algo más nerviosas de lo común, que no tendrían ni 17 años, y la cosa fue a más, hasta el punto de que se formó un motín de magnitudes bíblicas, y todas las personas que estaban en la salida de la discoteca comenzaron a empujarse y a crear una masa de personas embravecidas que se golpeaban sin ton ni son, completamente a ciegas.
Desde luego, no intervení, porque no era mi cometido, y la mejor pelea es siempre la quie puedes evitar, pero jamás podré sacarme de la cabeza esa última imagen.
Las dos chicas que habían comenzado todo aquello se dejaron ver gracias a que la muchedumbre enfurecida se calmó, y se apartó para formar un semicírculo, precisamente abierto por el lugar en donde yo me encontraba. El resultado fue que, la muchacha de la camisa a cuadros, acabó tendida en el suelo, con los ojos abiertos, y un hilo de sangre escapándose de la cabeza. Pero al parecer, este no era moivo suficiente para cesar en su golpiza, pues ella seguía pateando el cuerpo inerte de la otra chica, hasta que ocurrió, tal vez, lo que nadie esperaba.

Alzó su pierna izquierda, y el tiempo se tornó más lento. Los ojos abiertos de par en par de la chica tumbada no parecían percatarse de nada, y el pie de la atacante no tardaría en alcanzarle. Hasta que, con un sonido seco, visceral, como si se hubiera roto algo con un "ñick" mezclado con un "chgtcht" se escuchó haciéndose el silencio, al mismo tiempo que el tacón penetraba en el centro del pecho de la chica tirada en el suelo.
Fue un golpe limpio, puesto que después, sacó su improvisada arma del cuerpo de la otra joven, y pasó por encima de ella. Tuvo, incluso, el detalle de escupirle mientras todos le observábamos sin saber que hacer. La frialdad se cobijaba en ella.
- Joder.... ¿Qué has hecho? - Dijo un chico que, anteriormente, había participado en la pelea multitudinaria - ¿¡Qué diablos has hecho!?



Nadie contestó, y la luz se comenzó a desvanecer aún más. La sangre salía de su pecho a modo de aspersor, y esto lo sé porque me lo contaron, pues no pude mirar y, gracias a la buena suerte y antes de que mi subconsciente me jugara una mala pasada, desperté.

martes, 14 de junio de 2011

Como una violación etérea.

- La cosa es muy sencilla. Un día, una cosa más pequeña que un huevo y de forma, además, ovoide, explotó. A día de hoy sigue expandiéndose, y es la fuente, la destrucción, el principio, y el final de absolutamente TODO lo que conocemos, sin exepción.
Pero entre esas muchas cositas que dejó el huevo cósmico al explotar, hay un detalle que no se nos puede escapar: El planeta Tierra.

- Y es donde nosotros vivimos, ¿No, profe?

- Exactamente. Así, que empezaremos nuestra primera clase de historia con una lección muy rápida de lo que es la humanidad hasta nuestros tiempos.
Bueno, antes de que cualquier persona poblara la Tierra, existían unos monstruítos asesinos y brutalmente depredadores llamados Dinosaurios. Pero un cataclismo les invitó amablemente a extinguirse y caer en el olvido. Dicho esto:
Básicamente todo empieza con gente muy fea que se viste con animales muertos, come carne cruda, y baila para que llueva. Se comunican por gruñidos (como otras especies que veremos más adelante) y se dedican a, con muy buen criterio, pintar en las paredes de las cuevas. Y por cierto, bastante mejor que muchos pintores "modernos" de hoy en día.
Total, que inventan la rueda para ir más rápido a los sitios, aunque se inventó más que nada para transportar mercancías.
Al final acaban descubriendo los metales, como el bronce, que fue un avance muy importante en la historia de la humanidad.
En fin, que después de esto, la gente se empieza a espabilar, y empiezan a vestirse de forma más recatada (más incluso que otras especies que veremos más adelante) y comienzan a construír, y a pensar de forma más inteligente desde que se descubre el fuego. Que era un tío que pasaba por el campo cuando casualmente un rayo cayó en un árbol, haciéndolo arder. Podemos considerar este el descubrimiento más importante y trascendental de la historia de la humanidad.
Bueno, mientras tanto, en otras partes del mundo sólo hay gigantes de hielo, gente muy alta con martillos y hachas, y tipos muy extraños con los brazos formando una S grande.
Los romanos y griegos se sirven de esto para hacer religiones, que son la forma de engañar a la gente más antigua del mundo. Unos dos mil años antes de "el Jésus", ya se practicaba la religión politeísta en estas zonas del mundo. En cambio, en China, donde existían ciertos dragones hechos de papel en vez de escamas, y sombreros con forma de peonza, descubrieron la velocidad. Ese es el por qué del misterio de su rostro.
Total, que viene "el Jésus", puestísimo de hachís y de vino a predicar una nueva religión de paz y amor. Cierto es que el tío era muy enrollado, pero la estela que dejó tras de sí ha sido intachable hasta nuestros días, y por desgracia, si él se levantara y viera lo que ha construído, seguramente se volvería a clavar en la cruz él solito.
Es entonces cuando el ser humano inventa a Dios propiamente dicho. Sé que antes, los griegos y romanos creían en múltiples divinidades, pero no hasta el punto que llegó la iglesia católica; La empresa más grande de la historia.
Así que se instaura la edad antigua, donde hay gente tirando basura por la ventana en calles estrechas, hombres con yelmos y ropa blanca con una estrella roja matando musulmanes, musulmanes con cimitarras matando cristianos, cristianos matando cristianos, musulmanes matando musulmanes, cristianos matando gente, y musulmanes matando gente, en general, así a primera vista.
Llega la edad media, y las cosas se adecentan un poco, porque ya hay músicos tocando por la calle, haciéndo el pino, y dando volteretas. Es la máxima expansión del arte. Un poco más adelante, en la alta edad media, nacen personalidades como Leonardo Da Vinci, Giovanni Francesco Melzi, o Ezio Auditore.
Después, un tío con ganas de descubrir cosas, en un alarde de ingenio y lucidez, decide embarcarse en una travesía a través del océano más grande del mundo, y se marcha a América. Los negros con pantalones cagados y pistolas, así como colgantes de oro no llegan hasta mitad del siglo XX, pero encuentran tíos bastante morenitos también, vestidos con taparrabos, comiendo carne humana, con piercings y dilataciones, tatuajes y lanzas en la mano. Así a simple descripción pueden pareceer un grupo de heavies en un garito en Madrid, pero eran Incas, Mayas, y Aztecas. Los cuales (mayas) predijeron el fin del mundo para dentro de un año, pero están muertos, así que ¿Qué coño sabrán ellos? ¿Que iban a extinguirse tampoco lo predijeron? Pues eso.
Y la gente empieza a pintar como loca, y  a escribir como si no hubiera mañana. De este modo, un poquito más adelante, nace Cervantes, un tío cojo con muy buena mano para la escritura, que "crea" el castellano casi tal y como lo conocemos (Ojalá fuera tal y como lo escribió en su día). Con El Quijote de la Mancha, crea una leyenda imborrable en la historia de España, que por desgracia, caerá en el olvido y será motivo de desgracia en el siglo actual.
Después el ser humano empieza a componer música de verdad, en serio. Mozart, Bach, o Beethoveen, son ejemplos claros de músicos contemporáneos atrapados en una época anterior. Pero no vamos a profundizar en eso.
Más adelante se crean las armas de fuego, los sombreros con alas, las botas con espuela, los vaqueros, y los pueblos en forma lineal. Se inventan los duelos y los tipos duros que mascan tabaco mientras una bailarina de Can-Can más borracha que el suelo de una discoteca se les intenta propasar.
Después llegan las naciones como tal. Y se empiezan a pegar entre ellas, nadie sabe muy bien por qué. Haccen aviones, armas, cosas brillantes que explotan, y las usan para acribillarse unos a otros, para que, unos años después, un tío con muy mala baba y con un simpático bigotito intente exterminar un par de razas. Este tío, a parte de estar enfermo de la cabeza, y ser un asesino frío como el hielo, era bajito, y feo. El caso es que un día se levantó cruzado y pensó: Arg, ¿Qué puedo hacer hoy? Bueno, me tomo el desayuno y extermino una raza, a ver qué tal.
O algo así debió ser. Pero vamos, que al final acabó pegándose un tiro en la cabeza.
Más adelante, en España, muere otro tío bajito y con bigote y voz de pito al que le gustaba mucho abrir pantanos. Y los Españoles se alegran inmensamente de su muerte, pero después llega otro listopera y se intenta hacer con el control del gobierno español a base de tiros. Suerte que nuestro actual monarca, Don Juan Carlos I, le frenó los pies a tiempo, cortando de raíz una posible dictadura que hubiera durado hasta nuestros días.
Después el ser humano inventa las adolescentes de discoteca light, que son una subespecie cuyo modus vivendi consiste en beber todo lo que puedan en la calle un sábado a las 5 de la tarde para entrar en un tugurio pegajoso y malholiente a ser refrotadas por dos regetoneros (Ahora mismo entramos en detalle con esta especie) porque piensan que así sus problemas van a esfumarse de algún modo, y que su vida será menos triste. El problema es que hasta que no se den cuenta de que el motivo del patetismo de su vida es precisamente la inútil solución que pretenden tomar, no saldrán de ese círculo.
Los seres humanos inventan al regetón, y con esto los regetoneros. Son una especie jurásica que ha sobrevivido hasta nuestros días, puesto que también hablan por gruñidos (dije que más adelante hablaría de ello), se caracterizan por querer ser los reyes de la manada nada más llegar a ella, y presumir de ciertos atributos que, obviamente, no poseen, como por ejemplo: Gusto musical.
El regetón es una especie de regresión musical, y de involución humana que fue creada allá por el 2006 por los lares suramericanos (erróneamente llamado Latino. Puesto que los latinos son los provenientes del Lacio). El caso es que ese cáncer social todavía azota nuestra música, y pervierte a nuestros jóvenes. Y nosotros, lejos de aportarles una solución, les damos alcohol, porros, discotecas para que vayan a frotarse con otros regetoneros, y luego nos quejamos cuando nos dicen el porcentaje de fracaso escolar en España. ¿Qué esperan? ¿Que una niña que se mete en una discoteca donde hay fiestas como "el apagón", las "fresas con nata" y "frótalo, frótalo" un sábado por la tarde saque diecen en historia?
Y así ha pasado el mundo, como una violación etérea. ¿Alguna pregunta?


NOTA: Sé que hay saltos históricos, que hay cosas que no concuerdan, y que me he dejado miles de cosas en el tintero. Pero mi objetivo era hacer un relato en tono humorístico, y no dar lecciones de historia.
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