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sábado, 29 de septiembre de 2012

Bajo la lluvia.


El baile comenzó hacia medianoche, justo cuando las nubes de primera hora de la madrugada quisieron comenzar a llorar. Mi traje se había comenzado a volver pesado conforme se iba mojando, y su vestido se le iba pegando al cuerpo según el orden de las gotas que iban impactando en su cuerpo frágil del color de la porcelana.
Quise comenzar la danza antes de que el agua pudiera calar nuestra ropa, así que, esbozando una pícara sonrisa de media luna desde mi rostro, le extendí la mano para que pudiera cogerla con las suyas mientras avanzaba lentamente hacia mi.
La música comenzó a sonar dentro de nuestras cabezas, sincronizando el ritmo con el de nuestros corazones, los cuales empezaron a latir al unísono. El sonido de la melodía se conjugaba perfectamente con las gotas que se estrellaban con fuerza sobre el asfalto, pobremente iluminado por una farola oxidada. Como unos kamikaces que sólo nacen en el cielo sobre las alas de un verdugo en forma de máquina voladora para acabar reventando en mil pedazos contra el suelo.

El sonido de la música se intensificaba a cada paso que dábamos, y le agarré de la cintura al mismo tiempo que ella puso las manos sobre mis hombros. La danza fluía con la misma naturalidad que la lluvia descargaba sobre nosotros, y la Luna pudo hacer de nosotros una silueta en la negra noche. La estampa de mi cuerpo con las rodillas ligeramente flexionadas y los brazos estirados, sobre todo el que encontraba como final mi mano derecha, la cual estaba sujeta a la mano izquierda de ella, cuyo brazo transparente también se había estirado. Desde la sobra se podían ver los volantes de su vestido mecerse lentamente y con mucha pereza debido al apelmazamiento de la lluvia. Volví a plegar los brazos haciéndola voltear su cuerpo sobre su propio eje y cayendo en mis brazos. El baile fue fugaz.

Las gotas habían seguido cayendo hasta hacerle llorar maquillaje negro. El aspecto que tomaba su rostro no podría ser descrito de otra forma que "tétrico" pero, sin embargo, la dulzura de su faz no podía albergar tales definiciones, al menos no en ese mágico instante, con la lluvia bailando con nuestros cuerpos, y nuestros cuerpos bailando entre si, así como el mundo se había parado para disfrutar de nuestro baile.
La música comenzaba a hacerse visible, y se estiraba a través de los proyectiles acuosos que comenzaron a deshacer el elaborado peinado de ella. Los mechones de pelo anaranjado comenzaron a pegársele a la cara, haciendo de aquella dulce mirada una evocadora sensación de lascivia y sensualidad. El rojo de sus labios se volvió ligeramente más pálido.

El baile se detuvo por unos instantes, y de nuestras miradas cruzadas saltaron chispas. Cuando la electricidad de nuestro contacto visual hubo estallado contra la lluvia, el chispazo humeante de color amarillento nos había impedido recordar qué pasó desde que nuestros ojos se encontraron hasta que lo hicieron nuestros labios. Nuestras lenguas jugaban al escondite dentro de nuestras bocas, y la música incrementó su volumen. Su pelo, al contrario de lo que se espera cuando este se moja, comenzó a emanar un brillo incandescente, pero tan tenue como para no poderse apreciar a simple vista. Lo mismo ocurrió con mis ojos. Estaban cerrados, pero podía notar ese fulgor verdoso intentando escaparse de mis párpados.
Cuando separamos nuestras bocas, conseguí abrir los ojos, y el verde brillo que emitían se fundió con la cabellera llameante de ella, evaporando el agua de lluvia con el calor de nuestros cuerpos.

11 comentarios:

  1. Precioso. Me lo he imaginado todo, me encantas! :D

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  2. Coincido, yo también me lo he podido imaginar con facilidad, y me parece precioso. tiene mucho sentimiento, cada palabra hace que se forme un todo en la cabeza del lector que al menos a mi, me ha dado ganas hasta de llorar. Enhorabuena

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  3. Sería increible oir estos textos de tu boca. Tu voz es impresionante.

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  4. Respuestas
    1. No se le puede gustar a todo el mundo. Es una lástima.

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  5. Eres jodidamente increible,deberias abrir otra cuenta de youtube donde relatases tus historias.Un abrazo

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  6. Hola, joven promesa. Te leo desde hace tiempo y desde entonces siempre he querido manifestarte los sentimientos que afloran en mí al leerte. Tal vez sea la semejanza en la melancolía, o tal vez sea mi pasión por este infravalorado arte la que me hace escribirte esto, pero sea como sea, gracias por compartir tus emociones. Intenté darte un mensaje de apoyo vía twitter, pero no podía mandarte DM si no me sigues, y mencionarte me parecía poco personal. Así que opté por escribirte aquí, y por animarte a que llueva o haga sol, jamás dejes tu pluma a un lado. Mucha fuerza de una melancólica madrileña.

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  7. Me ha gustado bastante, pero está demasiado cargado. Escribes muy bien, eso no se te puede negar, pero me transmitían más tus textos antiguos. Sin embargo, como escritor, sé que hay épocas para todo, y la inspiración desaparece fácilmente. Sigue así, porque escribes genial.

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