Todos los textos que se muestran en este blog son originales, y creados por Daniel Montes, administrador y creador del blog. Si ves cualquiera de estos relatos o textos en otra página que no sea esta, NO pertenecen a esa persona, y significa que han sido copiados.
Si te enteras de que alguien está usando los textos de este blog como si fueran de su propiedad, te ruego que me lo notifiques para tomar las medidas oportunas. ¡Gracias!

martes, 6 de abril de 2010

A media noche, sueños etéreos

"""Un disco redondo con una carita feliz se desliza por una garganta, húmeda y carnosa. Atraviesa los anillos de la laringe y se cuela por el esófago, cayendo así al aparato digestivo."""

-------------------------------


Anda por parajes desérticos, hundiendo sus zapatillas deportivas en la arena, atravesando incontables dunas que dibujan medias lunas en ese mar de arena.
Masculla "esto es precioso, impresionante". Parece un sueño por el surrealismo del paisaje, pero parece muy real por la intesidad de los colores que está viendo. Un inmenso desierto, con unas montañas marrones oscuras, de una majestuosidad inopinada, impolutas, elevándose al horizonte como si de las manos del mismísimo Atlas se tratara. Unos árboles de tamaño congénere se alzan entre las piedras de las montañas, con forma de escarola, dejando ver un tono verde oscurísimo.
El paisaje al horizonte resultaba, en cierto modo, tétrico y oscuro, pero daba la impresión de una belleza absoluta.

Intentaba avanzar, pero no podía moverse. Las pisadas, por muy fuertes que pudiera ejecutarlas, no le hacían moverse ni un milímetro del lugar donde se encontraba. Hasta que de repente todo se volvió oscuro, y notó como si una brisa de aire acariciara su rostro, sus manos, su piel y todo su cuerpo. Se sintió desnudo frente a la cálida presencia del vacío, y cerró los ojos. Notaba libre cada milímetro de su piel, y sentía el aire fresco contrastar con la calidez de ese entorno tan extraño como canicular.

Cuando decidió abrir los ojos se encontraba en el centro de una habitación circular, con una alfombra roja ovalada cubriendo gran parte de la estancia. El ambiente era oscuro e intimidaba bastante, pero él se sentía bien. "me siento bien", repetía respirando cada vez más ondo.
En el semicírculo que quedaba a su derecha había una enorme cama, con sábanas blancas, resplandecientes por los rayos de luz que se filtraban por los recobecos de la ventana colocada justo encima de la cama (la única muestra de luz que daba la habitación, pero aún así, se veía perfectamente). A su lado una mesita de noche fabricada de madera con tres cajones colocados en vertical, y con mangos dorados.
Al lado derecho había una puerta de madera que llegaba casi hasta el techo del lugar.
"allá voy", se dijo, y sin más dilación, salió de la habitación circular, saliendo al exterior. Y se sintió libre. Un prado inmenso, con ondulaciones a medida que alejaba la vista hacia el horizonte. Con diversidad cromática, a la cual le daba vida los campos de flores que se extendían por la llanura. Pájaros de múltiples tamaños y razas graznaban mientras anidaban en el techo de la habitación que dejaba a sus espaldas.
¿Cómo cabía tanta felicidad en él?. Se sentía limpio, puro, vivo, magnífico. Corría por el campo sin ninguna preocupación, desnudo, saboreando con su cuerpo el dulde aroma del césped recién cortado. Notaba las diminutas gotas de agua chocar contra su cuerpo lleno de energía, y quería sentirse aún más enérgico y radiante. Felicidad suprema.

Mientras, en un hospital, en el mundo real, más allá de los delirios de un drogadicto, los médicos luchan por salvar la vida al jóven incosciente que tuvo la brillante idea de tomar cosas que no debía. La madre, destrozada, solloza en la sala de espera sin parar de repetir "mi hijo, mi hijo". Su padre, mantiene la mirada firme, sin soltar ni una sola lágrima, deseando que su hijo pueda sobrevivir para volver a abrazarle una vez más.
Su corazón deja de latir, y su cerebro deja de funcionar. Pero ahora al fin es brisa, y su alma se evapora junto a las lágrimas de sus seres queridos, que maldicen a la muerte por habérseles llevado a su muchacho. Maldicen a las drogas, por haber destrozado otra vida, otra familia.

viernes, 2 de abril de 2010

Diario de un Camarada

Diario personal de Iosif Kasmarov, 10 de diciembre de 1942, 4:25 de la madrugada.

"Buf, estoy realmente congelado. Hemos decidido hacernos fuertes en un edificio contiguo a una plaza con diversas fuentes colocadas en paralelo a mano derecha de nuestra posición. Somos el último batallón que queda antes de que vengan mañana por la mañana los refuerzos, y hemos aprovechado para quedarnos aquí y descansar un poco, ya que se dejaron de oir disparos hacia las 2 de la mañana aproximadamente.

Somos 6; el camarada Makarov y el camarada Branomovick han muerto en combate, y hemos honrado su memoria entre las ruinas de este edificio.
Ya he perdido la cuenta de cuántos alemanes me he cargado, pero creo que no son suficientes. Todo por la madre patria Rusia."

Diario personal de Iosif Kasmarov, 11 de diciembre de 1942, 12:25 del mediodia.

"Sólo me quedan fuerzas para escribir temblorosas estas líneas, estoy solo y asustado. Me he acurrucado en un rincón tapándome los oidos hasta que ha cesado el ruido de los morteros y de los gritos de mis camaradas. Apenas tengo fuerzas para seguir escribiendo, no.. no puedo más, creo que me estoy volviendo loco.
Santo Dios, las entrañas del camarada Steklov volando entre fuego y sangre. Todavía me quema la retina al recordar la blanca nieve manchada por la sangre y los despojos de mis camaradas. Estoy llorando a moco tendido mientras escribo esto, no aguanto más, creo que prefiero honrar este suelo matándome yo mismo que darle ese placer a los alemanes.

Tengo que dejar de escribir, creo que me han encontrado, he odio la roñosa puerta de este edificio como crujía, y unas palabras en alemán. Creo que es hora de meterle la última bala que me queda a la pistola y no permitir a los alemanes que se deleiten con mi muerte.

El camarada Kasmarov, siempre al servicio de nuestra Madre Patria Rusia."

"Grabado en fonógrafo, voz desconocida, fecha y datos desconocidos"
Здесь Владимир Гребенников. Мы только что нашли пролил мозги товарищу в стену атриума, а также рукописные дневники, кажется, что в одиночку. Мы должны вернуться в свои ряды как можно скорее, кажется, что тело совсем недавно, и не слышал, что подкрепление прибыло сегодня утром. Ожидаемое и не покончил с собой, обратно записи.


jueves, 1 de abril de 2010

Lo importante es Ganar (con mayúscula), siempre

Imagínate que dedicas tu vida al entrenamiento, da igual en qué ámbito: Deportivo, musical, literario, lo que sea. Y resulta que después de haber sacrificado tu vida, dinero, trabajo, amor, todo, después de haberte pasado más de mil noches en vela entrenando, aprendiendo, o lo que sea, resulta que vas y quedas 2º, o 3º, o 4º, o el último.

La gente optimista suele decir: Bueno, lo importante es participar.
¿Cómo? Y una mierda, lo importante es ganar, participar ya participas, es una meta que ya has conseguido, y claro, tiene impotancia, pero si le quitas esa importancia sólo te queda como único fin la victoria.
No has pasado parte de tu vida concienciándote en llegar a lo más alto para después morder el polvo y contentarte con lo que has conseguido. En la vida hay que ser constante, sí, pero todo tiene un límite, y me revienta la gente que dice que lo importante es participar, porque no es verdad. Está clarísimo que lo importante es ganar, la victoria, el premio, la recompensa, para algo emprendes ese viaje de "participación".

El participar claro que es importante, ya que sin él no consigues la victoria, pero una vez que estás participando lo que importa es ganar, GANAR. Si pierdes pues lo vuelves a intentar, pero no digas que lo importante es parcitipar, porque no es así, ya que compites por algo que anhelas, y eso es lo importante; la recompensa que viene después de tu victoria.

Cuando ganas algo te sientes vivo, te sientes poderoso, te sientes mejor que los demás (independientemente de que lo seas o no). La cuestión es que cuando pierdes te sientes mal, te sientes del tamaño de una mina de lápiz contra la adversidad que provoca la derrota. Y luego dices: lo importante es participar. Pero NO, porque si lo importante es participar, ¿por qué nos jode tanto perder?.

Llego a la conclusión que lo que importa cuando participas es la victoria, no la participación en sí, porque cuando no estás haciendo nada, cuando no luchas por nada, lo importante es participar, pero cuando ya estás perticipando y compitiendo por algo, lo que importa es la victoria, lo único que importa es GANAR.