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martes, 23 de agosto de 2011

Eva (2)


Eva quería buscar la noche. Hacía ya tiempo que había desistido en encontrarse a sí misma, así que decidió enfundarse en unos vaqueros ajustados y salir. Salir sola.
Una camiseta de tirantes de color negro, con una cremallera en el centro de la parte superior, dejaba entrever un escote peligroso. Además, con el entallado de la cintura, que realzaba sus sinuosas curvas, podía hacer juego con su propósito oscuro.
Se soltó el pelo delante del espejo, y los bucles tan grandes como olas de mar le rozaron los hombros y el pecho. Su melena carmesí se enmarañó un poco.
Se levantó y mirose a los ojos fíjamente. Observó su brillo interno y su verde casi negro, y se dijo: "Eres mía".
Y se equivocó.

Apareció cerca de las 3 de la mañana en un pub en la zona de fiesta de no se sabe muy bien qué ciudad, con casi 4 litros de alcohol en el cuerpo. Con los ojos llorosos, se tambaleaba sin recordar las horas anteriores.
Entró en un bar, y comenzó a bailar con nadie. Movía las caderas al ritmo de la música. Como si su cerebro se hubiera olvidado de todo el alcohol que tenía que asimilar su cuerpo, y hubiera una tregua etílica entre ellos.
Su cabellera pelirroja había decidido que colocarse una y otra vez delante de la cara de su dueña podría resultar, cuanto menos, sexy. De este modo Eva se olvidó del resto del mundo, y se fijó en ella. Continuaba bailando con el aire caliente y apelmazado de aquel garito repleto de jóvenes que miraban su cuerpo moviéndose. Bailaba tan ensimismada, que su excitación comenzó a crecer, y su cuerpo comenzó a hervir.
Seducía hasta a la perversión, la cual aariciaba su cuerpo con envidia. Un cuerpo cuasiperfecto enfundado en unos 18 demasiado apetecibles. Irresistible, se movía Eva.

Apareció a las 4 de la mañana en la puerta de un bloque de pisos, comiéndose a besos a alguien. En ese momento no importaba quién.

Su cuerpo se movía como por inhercia y por inhercia entró al portal, tratando de subir las escaleras, por las cuales tropezó cerca de 5 ó 6 veces hasta llegar a su destino.
Se vio en la habitación de alguien, el cual le agarraba por la cintura, y jugaba con su lengua como niños traviesos en un pueblo. Las manos de Eva trataban de buscar una bragueta, una hebilla, o un botón que poder soltar, mientras las de un desconocido acariciaban la cintura y el trasero de la pelirroja.
La temperatura volvió a subir, y comenzó a perlársele la frente tapada por su flequillo color del fuego. "Soy tuya". Y esta vez, no se equivocó.

6 comentarios:

  1. Ese físico de Eva.. si no fuese por sus rizos definidos y marcados, juraría que me conoces.

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  2. Insito. Este personaje es completamente imaginario y ha sido creado en su totalidad por mi mente.

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  3. Creo que he exagerado demasiado xD
    Sé que no me conoces, ni yo a ti, he dado aquí por casualidad.

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  4. ¿Eso impide que puedas identificarte? Tienes mi correo privado en mi perfil.

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  5. Venga va, dejaré a la vista mi extenso blog..
    Como verás, no conseguí actualizarlo con cada nueva idea, pero lo intenté

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