La tipografía es la ropa de las letras, y su sastre es el encargado de transformarlas en belleza. Crea letras, crea frases, crea líneas, crea párrafos, crea textos, crea libros, pero crea algo. No hay nada más maravilloso y locuaz que transmitir belleza con símbolos cicateros sin atractivo. ¡Escribe!
Si te enteras de que alguien está usando los textos de este blog como si fueran de su propiedad, te ruego que me lo notifiques para tomar las medidas oportunas. ¡Gracias!
lunes, 14 de enero de 2013
Vacío
Es una sensación muy profunda, como una especie de basura que se queda enquistada en el ánimo haciéndola imposible de eliminar, al menos por métodos normales.
Una sensación de absoluta soledad, como una presión muy fuerte en la boca del estómago que lucha por salir en forma de gritos guturales, y de dolor en su máxima expresión.
Una explosión de mil agujas desde dentro, la sensación de no poder sacar lo que necesita salir al exterior. Tal vez por miedo al qué no dirán más que a los comentarios, que al fin y al cabo se acabarán desvaneciendo desde el pedestal en el que nunca estuvieron. Un podio bañado en oro, pero fabricado con la podredumbre de un rechazo latente que no se manifiesta, pero se siente golpeando cada rincón del alma.
Una pena que petrifica, una decepción que incrementa las ganas de llorar en un infinito, pero no lo suficientemente potente como para hacer brotar una sola lágrima. Descubir una falsa adoración, sapiente de que el vástago perdido de una celebridad inexistente se creía oro, pero sólo era mena de bronce.
Una tristeza que va creciendo por momentos, lanzada como una bola de nieve en la pendiente de la desesperación, creciendo a cada rato para acabar reventando en mil pedazos contra la pared del ego. La necesidad de reconocimiento aún tratando de quitarse el polvo que mordió tras verse con las ilusiones rotas. Acabar arañando la fama para dejarle sólo patéticos surcos superfluos que acabarán eclipsados con otra nueva promesa.
Y miles de preguntas que invaden mentes ajenas, que en forma de colmena, se conectan con la mía:
"Aunque la lluvia empape mis sentidos, por mucho que el granizo golpee mi rostro, por mucho que el sol abrase mi piel, aunque toda la tinta vertida en sufrimiento causante de historias grabadas en papel se evapore, jamás dejaré de escribir".
No pretendo que se me entienda ni que se reconozca mi mérito, puesto que sería mi vida una completa y solitaria frustración continua si eso pretendiera, porque el fracaso sólo es el hermano bastardo del éxito.
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Sublime
ResponderEliminarTriste,y esta vez la tristeza no es solo tuya.
ResponderEliminarMe quedo con la última frase: "El fracaso sólo es el hermano bastardo del éxito".
ResponderEliminarHas encontrado las palabras adecuadas para describir esa sensación, yo aún no lo he conseguido... Te felicito :)
ResponderEliminarTus palabras me recuerdan un dolor profundo aun asi me ha gustado.
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