La tipografía es la ropa de las letras, y su sastre es el encargado de transformarlas en belleza. Crea letras, crea frases, crea líneas, crea párrafos, crea textos, crea libros, pero crea algo. No hay nada más maravilloso y locuaz que transmitir belleza con símbolos cicateros sin atractivo. ¡Escribe!
Si te enteras de que alguien está usando los textos de este blog como si fueran de su propiedad, te ruego que me lo notifiques para tomar las medidas oportunas. ¡Gracias!
sábado, 16 de junio de 2012
El Escritor (Parte 2)
Parte uno: http://www.ejercitodepalabras.blogspot.com.es/2012/05/el-escritor-parte-1.html
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El dolor comenzó a ser insoportable. Notaba cómo sus huesos se debilitaban a cada aguijonazo, y sus músculos comenzaban a ser un festival de tics y entumecimientos. Y llegó un momento en el que su cuerpo no pudo más. Y su mente lo supo.
Algo que ni él hubiera podido definir o describir con palabras recorrió su cuerpo con la velocidad de un rayo (Puede que fuera literalmente un rayo), y una sensación de presión apareció en su pecho, la cual acabó explotando instantes después.
Abrió los ojos, y gritó. Un grito desgarrador que llenó la habitación por completo, y casi se pudo notar la vibración de los cristales de las ventanas que no conseguían filtrar apenas nada de luz.
Y sentado en aquella habitación con un inmenso pergamino delante suyo, únicamente iluminada por el fulgor ígneo que emanaban las lágrimas y su boca abierta de par en par, todas las letras se despegaron de su piel emitiendo un sonido agudo y seco, como una onda expansiva, al son de su grito, como un campo de batalla donde se arroja una bomba, y los soldados enemigos salen disparados hacia todas direcciones. Como un vaso de cristal al romperse.
Todas esas letras, como cristales tintineando en una tonalidad desafinada, volvieron a girar a su alrededor, esta vez con una velocidad que asustaría a la propia luz.
Lágrimas luminosas y amarillentas que escurrían por sus mejillas.
Las letras giraban con más velocidad, esgrimiendo sus convulsiones eléctricas, sangrando oscuridad, pero no se atrevían a volar hacia el escritor, el cual alzó las manos, y con rápidos movimientos, iba tocando con los dedos, una por una, las letras que vasculaban a su alrededor. Cuando las tocaba, dejaban de chisporrotear y, emitiendo un oscuro pero tenue sonido, comenzaban a rezumar un apagado humo rojizo y desaparecían casi al instante, quedando grabadas en el papel, apareciendo en un destello y convirtiéndose en negros garabatos, comparable a la lava cuando se solidifica.
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El "cómo" de la primera frase es sin tilde.
ResponderEliminar"Y sentado en aquella habitación con un inmenso pergamino delante suyo" Es "delante de él", suyo es un posesivo.
Hay comas que sobran.
Por lo demás, muy bonito y muy guay todo.
"el que consigue hacerse entender mejor, el que se expresa con mayor claridad y precisión, es dueño de recursos poderosos para abrirse camino en el trato con sus semejantes”.
Gracias por las correcciones. Pero lo voy a dejar así. Me gusta que se vea que no puedo ser perfecto, y que también cometo errores. Gracias por pasarte.
Eliminarmm creo que el primer "cómo" es con tilde... oración subordinada sustantiva con función de CD, cuando es sustantiva, va con tilde... creo yo vamos..
ResponderEliminarEsto es novela o relatos?
ResponderEliminarNo me gusta tu manera de escribir, lo siento, supongo que aún te falta muchísimo para llegar a escribir bien.
ResponderEliminarPues claro que no escribo bien. Si ya supiera escribir sacaría libros, y los vendería. Este blog es para perfeccionar mi pobre, pero constante habilidad de redacción. Gracias por tu crítica, un saludo.
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